Osman Rojas | LA PRENSA.- Con salas de esperas vacías y sin mucho ajetreo en las mañana están los ambulatorios del estado Lara. La decadente infraestructura, la falta de medicamentos y la ausencia de especialistas son factores determinantes para que las personas se alejen de los centros de salud primarios.
“¿Qué vamos a hacer allá si no tienen nada?. Uno busca a los doctores para curar a los enfermos pero con las manos ellos no van a hacer nada, lamentablemente los ambulatorios están en el suelo”, soltó María Villegas, quien se encontraba en la emergencia del hospital pediátrico y admite que no fue al ambulatorio de La Paz por falta de especialistas en el centro médico.
Y es que la ausencia de doctores en los ambulatorios, la marcada escasez de insumos y medicamentos aunado a las decadentes infraestructuras han alejado a los usuarios de los ambulatorios.
Actualmente la red primaria de atención médica en el estado cuenta con 350 centros asistenciales de los cuales sólo 65 tienen una operatividad “aceptable”, según los números que maneja el grupo médico Lara Entera por la Salud (LES).
“Se descuidó el primer frente de la salud y eso no puede pasar por debajo de la mesa. Las autoridades regionales se la viven diciendo que los hospitales están colapsados y eso es por algo que ellos mismos causaron. Ya nadie visita un ambulatorio porque esos centros ya no sirven ni para hacer control prenatal”, dijo César Ribas, coordinador de LES.
Ruy Medina, director sectorial de salud en Lara, no negó la problemática que hay con los ambulatorios y responsabilizó al Ministerio por las condiciones deplorables en las que se encuentran los centros asistenciales.
“Sin plata es imposible trabajar. Nosotros hemos denunciado abiertamente la arbitrariedad y el poco criterio que tiene el Ministerio de Salud para enviar los recursos a Lara. Si hay un ambulatorio sin insumos o sin especialistas es porque la plata que manda el Gobierno nacional alcanza nada más para pagar la nómina”, aseguró el doctor Medina al ser consultado en días pasados por La Prensa.