LA PRENSA.- Sobre la integridad de la Asamblea Nacional penden las amenazas de un chavismo que desea con todas sus fuerzas desintegrar un poder legítimamente constituido por el voto popular. No sería extraño, que en un acto temerario, que resquebrajaría definitivamente la democracia venezolana, un grupo de poderes dominados por el PSUV, decida disolverla, pasando por encima de la voluntad de la enorme mayoría de los venezolanos.
Lo advierte Daniel Antequera, diputado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a la Asamblea Nacional, quien asegura que el Gobierno “se está aferrando a las estructuras de poder como si fueran su último hueso” a costa de agudizar los problemas sociales que padecen cotidianamente los venezolanos.
Antequera, quien también es secretario ejecutivo regional de La Causa R y diputado electo al Parlamento del Sur (Parlasur), considera que NicolásMaduro está dominado por las fracciones más radicales del chavismo, que lo han presionado para hacer diversos cambios en la cartera ministerial, que sólo perjudicarán más una economía que se ha venido deprimiendo de manera sistemática por las políticas de “un modelo completamente desgastado”.
Sin embargo, el parlamentario asegura que, de manera paulatina, se han ido consolidando plataformas sociales para el cambio político, que no necesariamente se traducen en enormes marchas, sino que por el contrario se manifiestan a través de un descontento social que, a su juicio, debe ser canalizado políticamente.
¿Por que considera que el Gobierno ha apostado por la destrucción de la democracia?
-Lo están demostrando al profundizar en las políticas erradas y en los ataques que ejecutan, desde los poderes que controlan, a la Asamblea Nacional, que es un poder constituido con el voto popular.
¿Pero cree que se concreten los pasos que está dando el Gobierno para deslegitimar a la AN?
-A mí no me sorprendería cualquier decisión trasnochada de suspensión de un poder legítimo.
¿Y qué ganaría el Gobierno disolviéndolos?
-No están apostando a una ganancia en concreto. Lo que hacen es seguir aferrándose a las estructuras de poder como si fueran su último hueso, a costa de profundizar la agónica y caótica situación que estamos padeciendo los venezolanos. El problema es que tienen un límite, y tienen temor de cruzarlo, porque saben que ya no tienen el pueblo.
¿No sigue más bien el chavismo con una base sólida, que respalda este tipo de medidas radicales?
-No la tiene. Porque cuando el chavista llega a su casa, después de haber repetido la narrativa del Gobierno que explica, para ellos, lo que pasa, sigue padeciendo los problemas. Ve afectada su vida, y ve que va en un franco retroceso por culpa del Gobierno.
Diosdado Cabello ha dicho que “a la AN le queda poco tiempo”, ¿cree que esta sea una amenaza real?
-La gente ya perdió el miedo ante el poder que contaba con armas, amedrendamiento, narrativa. El año pasado el chavismo lo gastó profiriendo amenazas, y perdieron. Este año siguen haciendo lo mismo, y ese chantaje lo que hace es hundirlos más.
¿Aún así no es una manera efectiva de mantener poder, porque la AN pareciera estar arrinconada por el chavismo?
-Yo diría que no. Más allá de cualquier boicot o freno a cualquier proyecto de ley de orden social, hemos podido avanzar en una tarea importante para desnudar la situación que vivimos tanto a nivel nacional como en el plano internacional. Ellos lo que hacen es demostrar su radicalismo, lo que erosiona cada vez más su deprimida popularidad.
Esta semana Maduro sacó a Miguel Pérez Abad del ministerio, ¿no es una prueba de que quienes siguen dominando son los radicales?
-En efecto. Yo no puedo salvar la gestión de Pérez Abad; sin embargo, sé que propició algunos acercamientos con el sector privado. También calificó como errores las expropiaciones. Todo eso le pasó factura, porque lo sacaron sin siquiera avisarselo. Y siguen, por supuesto, los radicales del chavismo dominando las estructuras del Gobierno nacional.
¿Por qué la Asamblea Nacional no ha sido más beligerante frente al Gobierno?
-Yo creo que, inicialmente, en el parlamento debimos tomar con más seriedad el tema de los problemas sociales, y temas políticos de profundidad, como la enmienda constitucional. No sé por qué no se hizo, y lo digo a manera de crítica constructiva. Pero también hemos tenido aciertos.
¿No son más bien un poder acosado y sumiso, que se calla frente al Gobierno?
-La potestad que nos ha dado el pueblo es una tarea que debemos asumir sin miedo ni vacilaciones.
¿Hay miedo y vacilación en la MUD?
-No es tanto que lo haya. Hemos tenido el mismo mensaje y la cohesión en el discurso. El Gobierno no entendió cuál es la necesidad del país, nosotros, por el contrario, sí lo hemos entendido y estamos actuando en consecuencia. La idea es mejorar la situación concreta de las personas que están padeciendo por la escasez de medicinas, de comida.
¿Por qué la MUD no ha tomado las calles permanentemente?
-La gente se moviliza, pero por causas sociales. Quien tiene un papel de liderazgo político debe transformar la frustración de una cola, y transformarla en una acción política.
¿Cuál es la razón para que no estén marchando constantemente como oposición?
-Lo que pasa es que la frustración no necesariamente se debe canalizar como una
No hay mucho que dialogar con el chavismo
Para Antequera, el país no está dividido en dos grandes polos políticos. Por el contrario, considera que, en la actualidad, hay un enorme bloque mayoritario de la población, que pide una salida de Nicolás Maduro.
Por eso, considera que hay poco que debatir con dirigentes rojos que están entrampados en una narrativa falsa, y que “han sido o siguen siendo copartícipes del desastre que vive Venezuela”.
¿Cómo evalúa un diálogo en los términos en el que lo plantea Henri Falcón?
-En el tema del diálogo, que siempre ha tenido presente el Gobernador, hay que tener presente una ralla muy fina, que usarlo de manera constructiva, y no como una herramienta política para que el Gobierno gane tiempo.
¿Pero vale la pena dialogar con el Gobierno?
-El diálogo debe empezar por la sociedad. Yo no creo que el país esté dividido en dos factores igual de grandes. Por el contrario, creo que lo que existe es una enorme mayoría de venezolano que le piden al Gobierno que se vaya. La discusión que debe darse es cómo buscar acciones para asumir las riendas del Ejecutivo de manera democrática.
¿Y no vale la pena dialogar con el chavismo?
-Con factores políticos del chavismo no hay mucho que dialogar. Porque están contaminados por la acción que ha tenido sobre ellos una narrativa nociva, nacida del desprecio y la división de los venezolanos, y que desatiende los verdaderos problemas de la sociedad.
¿Pero por qué el gobernador insiste en el diálogo, incluso a costa del malestar que eso puede causar en la MUD?
-Cetro de la diversidad política cada quien tiene su estrategia. Lo que creo es que la Unidad está por encima de cualquier estrategia individual o de algún partido en particular.
¿Vale la pena incluir al chavismo en un nuevo Gobierno?
-Quien tiene interpretaciones del país, y eso es completamente libre. Pero pensarse un Gobierno con ministros que hoy estén en ejercicio es absurdo, porque ellos encabezan un proyecto que hoy se está acabando.