Osman Rojas | LA PRENSA.- “Los laboratorios públicos están en cierre técnico”, así de contundente fue la licenciada Helena Torres, presidenta del Colegio de Bioanalistas en el estado Lara, al ser consultada por la escasez de reactivos que hay en el territorio nacional.
La especialista contó ayer a La Prensa que desde el pasado mes de junio al estado no llegan químicos para la realización de exámenes, situación que afecta a todos los pacientes de la entidad, especialmente a los enfermos portadores de VIH-Sida.
“En el Hospital Central no hay reactivos para hacer exámenes de emergencia. No tenemos ni siquiera cómo hacer una hematología y en esa misma tónica están el resto de laboratorios en el estado. Es lamentable que estemos pasando por una situación como esta, un centro médico de la envergadura del Antonio María Pineda debería contar con los reactivos para practicar pruebas especializadas”, dijo Torres con indignación.
Según la bioanalista, Lara no es el único estado que atraviesa por una situación como esta, pues el Gobierno nacional no ha importado reactivos de ningún tipo desde que arrancó el año, lo que tiene a los laboratorios públicos contra la pared y sin ningún tipo de operatividad.
“El problema no se puede negar. Ahora mismo tenemos el inventario en 0 y eso es culpa de la poca planificación a nivel central. Venezuela está sin reactivos en estos momentos y si los laboratorios privados tienen algo es porque todavía les quedaba algo en la reserva. Debemos encontrar una solución a esto lo antes posible”, continuó Torres.
Claman por ayuda
Para los integrantes del grupo Médicos Unidos aceptar la ayuda humanitaria se hace necesario para que los hospitales salgan de la crisis en la que se encuentran.
“Venezuela pasa por un momento muy delicado. La escasez de reactivos no sorprende, porque en los hospitales no hay nada. Eso es lo que el Gobierno necesita entender”, dijo Luzmila Leal, vocera del grupo médico.
Para la especialista, el abrir el canal humanitario se debe manejar sin tintes políticos, pues “hay vidas en juego”.
“Si no lo quieren llamar ayuda humanitaria no lo hagan, pero es imperioso que el Estado reconozca que hay un problema de salud pública. Ni las mujeres embarazadas pueden realizarse una prueba porque aquí no hay reactivos de ningún tipo en el país, eso es algo inhumano”, lamentó Leal.