Joelis Sosa | LA PRENSA.- “Tenemos miedo que algún día nuestras casas cedan por el poco de agua que baja como un río, atraviesa todo el playón hasta llegar a la vereda 28, queremos que la canalicen, ya todas las paredes están húmedas”, cuenta con lamento Ramón Escalona, uno de los afectados del sector 2 de Los Cerrajones.
Señala que ese no es sólo el problema que les causa el chorrito de agua, sino también el agua que se acumula en cada rincón ya que forman criaderos donde yacen nubes de zancudos que tienen desangrados a los vecinos.
“Ahora que no se puede comprar plagatox o cualquier químico para los patas blancas nos vemos muy perjudicados”, señala Andrés Gil, otro de los vecinos del sector quien explicó que tienen más de seis meses sin recibir en su zona operativos de fumigación.
Vecinos se quejan porque aunque los entes gubernamentales conocen el problema desde hace años, no se han dedicado a buscar soluciones al caso, mientras los bienes sufren daños.
Cuentan también que otra de las problemáticas que hay en la comunidad es la inseguridad que los arropa, debido a que el playón que sería utilizado para un campo de béisbol queda en completa oscuridad, convirtiéndose en una guarida de choros.
Las familias le hacen un llamado al gobernador Henri Falcón para que solucione.