Evana Materán | LA PRENSA.- Trece familias quedaron damnificadas en la avenida principal del barrio Santo Domingo en Barquisimeto, luego del aguacero de este miércoles.
El cerro se vino abajo acabando con todo lo que había en los ranchos e incluso arrastrando a una niña de cuatro meses, quien debió ser salvada por su padre y algunos vecinos, según lo informó el teniente del Cuerpo de Bomberos Rafael Rodríguez.
“Se desbordó la canal y la lluvia levantó el techo y abrió el rancho”, comentó Leonardo Carmona, uno de los más afectados, quien tuvo que sacar a sus dos hijas de la vivienda antes que esta se partiera en dos por la fuerza de la corriente.
Un ambiente de tristeza se sentía en el barrio durante la noche. Niños, mujeres y hombres lamentaron la pérdida de sus hogares, mientras se preparaban para pasar la noche en el comedor de la escuela Santo Domingo, el cual fue habilitado como refugio. Sin embargo, algunos no quisieron salir de los ranchos para cuidar las pocas pertenencias que quedaron, a riesgo que el mal tiempo les hiciera otra mala jugada en las próximas horas.
Cabe destacar, que una pared de la Iglesia en esta misma zona también fue derrumbada por la corriente de agua. Los vecinos aseguraron que desde hace años no se habían presentado estas precipitaciones en el sector, por lo cual, lo consideran como “una terrible sorpresa”.
Señalaron que la canal que atraviesa Santo Domingo es muy estrecha y además se encuentra tapada por falta de mantenimiento de la Alcaldía de Iribarren, trayendo como consecuencia que el agua se desbordara hasta llegar a las puertas de los ranchos. Por lo tanto, los vecinos solicitaron ayuda a las autoridades para que los apoyen y sean reubicados a un lugar más seguro.
Cerros amenazan
En la plazoleta de El Manzano también se registraron deslizamientos de tierra que alertaron a los funcionarios de Protección Civil, quienes mantienen en observación a tres casas de la zona.
Asimismo se registraron secuelas de las lluvias en la carrera 35 con calle 35 donde se derrumbó el techo de una vivienda, pero sin dejar pérdidas que lamentar.