Osman Rojas | LA PRENSA.- Los problemas con el agua en el Hospital Central continúan. Luego de ocho días la bomba sigue dañada y el desespero en médicos y familiares es cada vez mayor, pues a punta de tobos y camiones cisternas son abastecidos los cinco pisos del principal centro asistencial de la región.
“Ya no aguantamos esta situación. Es una falta de respeto para los pacientes que tienen que soportar esto día tras día. Ahora no sólo debemos preocuparnos por los insumos, sino también por cargar peroles de agua para bajar los baños. Esto es una grosería y le pedimos al gobernador del estado Lara que se digne a pisar este hospital para que vea que esto hay que derrumbarlo y construir uno nuevo”, dijo muy molesta la señora Andrea Vásquez, familiar de un paciente hospitalizado en el área de traumatología.
La ausencia de agua en el Antonio María Pineda ha limitado en un 80 % la operatividad del hospital y sólo las emergencias están siendo atendidas en la institución para ahorrar el agua que Hidrolara manda al recinto.
“Lo único que nosotros pedimos es que se tome con mayor seriedad la salud en el estado. No es posible que en un lugar tan importante no haya un plan B para las contingencias”, dijo Vásquez antes de subir con su pimpina de agua a tercer piso.
Marcial Daza, director del Antonio María Pineda, no negó el problema que hay con la bomba de agua y aseguró en conversación telefónica con La Prensa que para este jueves se solventará la situación. “Ya mandamos a arreglar la bomba y sólo esperamos a que el equipo sea instalado. Ya para mañana (hoy) todos las áreas deberían estar contando con el servicio con normalidad”, sentenció el doctor.
Los familiares piden al Gobierno nacional que investigue la situación para evitar que esto se repita en un futuro.