Karelis Roa| LA PRENSA.- La Divina Pastora es patrona de los guaros, pero ella y el fervor de sus seguidores atraen visitantes de varios rincones del país. Familias enteras adoptaron como tradición organizarse y venir en grandes grupos a venerar a la Pastora.
La familia barinesa Pinzón Pérez, de Santa Bárbara, tiene 20 años acompañando a la virgen en la procesión. Al principio venían 5 personas, padres y 3 hijos, y hoy son más de 20 porque la familia ha crecido. Empezaron a ser parte de la procesión porque una tía los invitó y ahora le agradecen que están sanos y piden por un país reconstruido. Para identificarse, personalizaron franelas para todos: desde los más chiquitos hasta el mayor.
Los zulianos también dijeron presente este año en la procesión. La familia Pardo, del municipio Lagunilla vino por quinta vez consecutiva a venerar a la virgen. En total es un grupo de unas 20 personas, incluyendo amigos. Vienen como promesa familiar para agradecerle a la Virgen un favor cumplido y siguen pidiéndole que Venezuela prospere este año. En esta oportunidad
repartieron naranjas para quienes desearan refrescarse. Están muy agradecidos por el calor guaro y planean seguir viniendo.
Otro particular grupo familiar estuvo en el recorrido. No venían de muy lejos, pero eran llamativos: montaban una bicicleta de 5 puestos. La familia Palma viene de Duaca pedaleando. Con ellos unas 100 personas más montaron sus bicicletas tipo “chopper” desde allí hasta Santa Rosa y luego hasta la Catedral.
Esta singular bicicleta fue hecha por ellos mismos, según cuenta Alberto, y ya tienen 9 años viniendo de esta forma. Junto a ellos, un familiar de Puerto Cabello también formaba parte de la procesión.
Lo hacen porque todo lo que le han pedido a la Divina Pastora ha sido concedido. Ahora tienen la esperanza puesta en que con ella como intercesora el año 2017 será mejor para el país.