Cristina Linárez | LA PRENSA.- A diario se registra la detención de tres adolescentes por robo dentro en las instituciones educativas y en sus alrededores, y las denuncias por estos hechos llueven por montones según el jefe de la Policía Municipal de Iribarren, Héctor Medina.Los robos y casos mayores, cometidos por estudiantes aumentan considerablemente. Medina comenta que los adolescentes entre los 11 y los 17 años de edad metidos en el mundo del delito, piensan que por ser menores la ley no los castigará. “Hasta se montan a robar hasta con el uniforme en las unidades de transporte público”, expresó.
Un caso que encendió la alarma en la Policía Municipal, fue el que ocurrió hace cuatro meses en el Liceo Carlos Gil Yépez, ubicado en la Ruezga Norte, cuando un estudiante de apenas 13 años de edad llevó un arma 9 milímetros a la institución y se la presumía a sus compañeros de clases; algunos obreros del liceo que vieron lo que ocurría, preocupados pusieron la denuncia ante las autoridades.
Medina afirmó que son muchos los robos perpetrados por los estudiantes, pero pocos son denunciados. En el último trimestre del año pasado se registraron 12 robos con adolescentes involucrados de diversas instituciones. Y este año van seis estudiantes detenidos por estos actos y se encuentran en el retén de menores de El Manzano.
Destacó que estos hechos se ven comúnmente en las instituciones públicas. A tres planteles educativos la Policía Municipal “les tiene el ojo puesto”, por ser las más críticas con respecto a hechos delictivos. Estas instituciones son la Escuela Técnica Industrial (ETI) ubicada en la avenida Libertador, el liceo José Manuel Siso Martínez y el Carlos Gil Yépez, ambos se encuentran en el sector la Ruezga Norte. Nohemí Corrales, presidenta del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente, asegura que el aumento de los robos por estudiantes se debe a varios motivos: por hogares disfuncionales, falta de atención y por la situación del país, “muchos buscan la vía más fácil para conseguir las cosas, sin saber las consecuencias”, expresó.
Algunos padres “andan mosca” ya que les preocupa los constantes robos que se ven en las instituciones educativas realizados por los mismos estudiantes y temen que sus hijos estén en peligro.
“Yo le digo a mi hija que no se lleve nada de valor al liceo, me da miedo que le vaya a pasar algo hasta viendo clases”, dijo preocupada Lilieth Carrillo, una madre de una adolescentes de 13 años.Carrillo asegura que los alumnos que están en la escuela y en los primeros años en el liceo son los que más están vulnerables, ya que afirma que los estudiantes de cuarto y quinto año “se sienten con poder” y mantienen en zozobra a los compañeros más pequeños”.
Comenta que “hay muchachos que se llevan el arma de otra persona a los liceo para alardear con los amigos y no saben el peligro que eso genera, una bala por accidente puede matar a cualquiera”, precisó.