Ana León|LA PRENSA.- Sin quedarse en los laureles. Padres y representantes que tienen a sus chamos en colegios privados de Barquisimeto han engordado las listas de esperas por cupo desde octubre de 2016 porque no quieren que sus muchachos queden en el aire.
A cuatro meses de que finalice el año escolar, en varias instituciones se registra un promedio de 50 a 75 cupos apartados por padres y representantes que necesitan un lugar para educación primaria o diversificada lo que evidentemente es mayor en comparación con 2015.
En la unidad educativa Nueva Granada aumentó un 20% en comparación al año pasado, es decir, que si en el 2016 tenían 50 prospectos, en el 2017 cuentan con unos 75 prospectos.
Maryuri Torres, coordinadora del Nueva Granada, explicó que los registros más altos de personas están en la etapa de preescolar a básica y detalló que la cantidad de personas apartando cupos los ha sorprendido.
Una de las razones del aumento de personas en las lista de espera es por el cierre de algunas instituciones educativas que necesitan reubicar a sus alumnos y otra, la más común, es porque los chamos pasan de grado y los lugares donde estudian no ofrecen los niveles que necesitan.
Para poder apartar cupo no deben bajarse de la mula, sólo aportar datos del alumno, de los padres un contacto telefónico y correo electrónico. Pero estar en la lista de espera, no te garantiza cupo porque se debe cumplir otro requisito que es más profundo.
Los directivos de las escuelas mandan una serie de encuestas y formularios a los padres, luego llaman a las instituciones donde solían estudiar los alumnos para preguntar sobre cómo se comportaban en la institución, si sus padres forman parte activa de su educación y otras preguntas de interés.
En el Instituto Motessori, después de un proceso de selección, llaman a los alumnos que creen que puedan hacer vida en la institución y realizan una prueba exploratoria para medir el conocimiento y ahí deciden.