Rosalinda Peñaranda | LA PRENSA.- Los residentes del sector Los Naranjillos de Santa Rosa, tienen más de 3 años esperando que les coloquen un muro de contención a un cerro que amenaza con irse abajo y tapiar la vivienda número 38 de la calle Comercio.
En el año 2014 unas fuertes lluvias causaron el deslave del cerro que fue a dar hacia la casa de la señora Milexa de Caballero. Fue tan fuerte que arrastró la escalera que comunica la casa con el nivel de la calle lo que encendió las luces de alarma en toda la comunidad.
La familia repuso la escalera a la brevedad posible, por la necesidad que significa para ellos su uso, pero en su porche quedaron amontonados residuos que cayeron tras el derrumbe lo que con el transcurrir del tiempo aún pasa factura.
Los residentes temen que en cualquier momento se pueda venir abajo la acera también; comentan que por esa vía peatonal circulan muchas vecinos en su mayoría niños que a diario van hasta la escuela situada cerca de la plaza de Santa Rosa, y les preocupa pensar que el día menos esperado alguien caiga y se malogre.
La señora Caballeros recuerda que en algún momento el alcalde Alfredo Ramos les propuso que resolvería el problema colocando un soporte de piedra, a lo que ella se negó, porque considera que esto aumentaría el peligro, porque para su juicio el soporte que necesita el cerro debe ser de concreto, para que sea más resistente.
En una ocasión los vecinos se reunieron entre sí, para coordinar aciones entre ellos, con el fin de arreglar el daño, pero en el momento que sacaron los montos presupuestarios, se percataron de que el bolsillo no les permitía asumir esos costos.
La familia Caballeros junto a los vecinos del sector Los Naranjillos muestran una gran preocupación por las condiciones en que se encuentra el cerro y por las consecuencias que se podrían generar si no se trata a tiempo, así que piden a las autoridades que hagan presencia y se ocupen de resguardar la seguridad e integridad de la comunidad que lleva años padeciendo por esto.