José Sequera | LA PRENSA.– “Yo prefiero ir a sitios donde acepten la tarjeta de alimentación, ya que me ahorro un poquito del sueldo”, susurra con atrevimiento Andrea Palencia, mientras está pasando el punto de venta.
Y es que la novedad en las rumbas es que algunos sitios nocturnos donde hay gran consumo de bebidas alcohólicas y no tanto de comida, están aceptando las tarjetas del bono de alimentación contra todo pronóstico.
Esta modalidad, según algunos encargados de sitios nocturnos, es una manera de poder facilitar el pago del consumo dentro de sus negocios.
“Aquí se acepta con total normalidad, porque así les da chance de no gastar de su plata”, dice uno de ellos, quien decidió permanecer en el anonimato.
Pero, otros prefieren no arriesgarse, debido a que ese tipo de negocios son lucrativos, y el uso de estas tarjetas les traería muchos problemas legales.