Daniela Valladares | LA PRENSA.- «Aquí las promesas se las llevó quien las trajo”, exclama molesto Pedro Chávez, uno de los fundadores de los 7 sectores que conforman El Roble de Cabudare, específicamente “24 de Junio”, el cual conmemora mañana 37 años desde su fundación, pero que sin embargo, no hay motivos para festejar debido a las carencias que posee el sector.
Chávez enumeró que la falta del asfaltado de las vías y la oscuridad que arropa a la comunidad por falta de bombillas, son solo un abreboca de las defiencias con las que tienen que vivir los residentes de 24 de Junio.
Explica que la problemática con el bacheo es más viejo que Matusalén y que ha sido una promesa electoral, la cual se olvidan de cumplir. En una sola calle del popular sector donde habitan más de 300 familias se cuentan hasta 4 troneras que según el relato de los propios vecinos fueron originados por Hidrolara cuando repararon botes de agua blanca y no cerraron los huecos.
“Uno de nuestras solicitudes más inmediatas es que nos apoyen con el asfaltado, ya son muchos años los que tenemos exigiendo la reparación de las calles, en cada visita del alcalde Barreras le recordamos lo que nos prometió pero al parecer le entra por un oído y le sale por otro”, expresa Chávez.
Antonio Silva, otro de los fundadores, añade que aproximadamente 15 bombillas se quemaron mientras que a otros postes de luz ni siquiera les instalaron los transformadores y quedaron de adorno.
“Después que cae el sol esto se convierte en una boca de lobo, todo queda a oscuras, algunos vecinos han resuelto con reflectores frente a sus casas para protegerse de la inseguridad pero no todos tienen la disponibilidad económica de esa inversión”, relata Silva, refiriéndose a que la energía eléctrica del estado Lara se ha hecho la vista gorda con la solicitud de sustituir las bombillas que se dañaron. Otra de las necesidades que demandan los vecinos es que rehabiliten la casa comunal, la cual se encuentra abandonada.