Euseglimar González | LA PRENSA.- “Él se entregó. Se puso de rodillas y pedía que no le dispararan, pero (los policías) sí lo hicieron (le dispararon)”, denuncia con dolor María Peraza, sobrina de José Gregorio Luzardo Abreu, quien resultó mortalmente herido ayer durante la mañana en barrio Lindo luego de que, supuestamente, se fugara de Polimunicipal.
Los disparos recibido por el reo, según las autoridades policiales, fueron porque el hombre de 29 años huía.
José Gregorio, supuestamente, se escapó junto a otros diez reclusos de la Policía Municipal de Iribarren (PMI). Horas después murió cerca de la casa de su familia, cuando los polimunicipales fueron por él.
Familiares de José Gregorio contaron que el martes en la mañana llegó al sector vestido con un short y una franela, pero descalzo. Aseguran que se sorprendieron cuando los vieron y le preguntaban que qué había pasado.
“Él solo quería ver a su hija de 9 años; tenía mucho tiempo sin verla”, relata la sobrina. Según lo que le contó José Gregorio a su familia fue que el martes en la madrugada, presuntamente, unos policías le dieron “salida” para que ellos se escaparan y sólo unos 11 aprovecharon.
“Cuando José Gregorio llegó a la casa, nos dijo que los policías le habían dado salida porque en los calabozos había sobrepoblación y que los funcionarios le habían dado la oportunidad de correr. Después fue que vinieron por él”, expresó un familiar.
Familiares y vecinos del sector aseguran que los funcionarios de la Polimunicipal llegaron en motos hasta el sector y lo rodearon, presuntamente allí fue cuando el chamo resultó herido.
“Le dispararon en el abdomen. Los policías lo rodearon mientras esperaban para trasladarlo, no dejaban que nos acercáramos a él, pero él nos hablaba”, detalla con voz entrecortada la sobrina.
Vecinos de la zona aseguraron que cuando los funcionarios de la Policía Municipal llegaron a la comunidad, el recluso intentó “escudarse” con una jovencita, pero ella como pudo se zafó. Supuestamente, en ese momento un funcionario disparó.
“Me agaché para verlo y por las ruedas de las motos lo veía y me gritaba: “Me llevan vivo, me llevan vivo”, pero él fue ingresado al ambulatorio muerto”, aseguró la sobrina.
Familiares pidieron que se investigue el hecho y que la muerte de José Gregorio no quede como un “enfrentamiento”, pues aseguran que él no estaba armado.