María F. Hurtado | LA PRENSA.- Apuestan a la reventa. Si en los buenos tiempos las librerías eran poco visitadas, ahorita no es más que un desierto, casi tocan la linea de extinción. Y es que reponer la inversión de un libro nuevo cuesta tres veces la compra de uno, por lo que muchos negocios están dedicandose a la venta de textos usados para poder mantenerse en el mercado.
“65 años tiene esta librería familiar y ahora estamos viviendo una de las crisis más fuertes” dijo José Luis Gonzalo, dueño de la Librería España, quien alega que antes manejaban grandes cantidades de libros, pero ahora solo tienen diez mil títulos usados, que los obtienen gracias a la gente que ya no los usa y los vende a precios más asequible.
No sólo la reinversión se ha vuelto cuesta arriba en las librerías, sino que además, la falta de efectivo ha provocado un descenso abismal en las ventas que calculan llega a un 50%. “Cuando entran y ven que no tenemos punto ni se acercan a las vidrieras” dijo una vendedora.
“Siempre vengo aquí, porque tienen buenos libros de historia aunque ahorita no hay mucha variedad” dijo Romel Majamo, un cliente fijo de una librería ubicada en el centro de la ciudad.
Ofrecen de todo
Otra modalidad para mantenerse a flote es la venta de artículos de papelería. En librería Antonio, por ejemplo, se pudo evidenciar que aparte de vender textos escolares, también se mantienen con artículos de oficia y juegos didácticos y libros de interés general. Dentro del establecimiento tienen un área dedicada al hogar.
Gregoria Rodríguez, encargada de la tienda Antonio, explica que les ha tocado fuerte cuando van a reponer inventario, por eso ahorita compran pequeñas cantidades. “A veces por una unidad dependiendo del artículo que sea” dijo.
Una papelería que se encuentra en el centro de la ciudad, tiene la cualidad de vender de todo. Pues Jose Luis Mayonero uo de los dueños, menciona que de la crisis hay que agarrarse, ponerse las pilas y salir adelante. “Una vez me llegaron ofreciendo detergentes y algunas cosas de ferreteria, yo se los recibí. Y los vendí” dijo.
Asegura estar dispuesto a vender cualquier producto de consumo con tal de no bajar su santamaría.