LA PRENSA DE LARA.- PARA todos se llamaba Vitico, único dentro y fuera del terreno. De su madero surgieron fecundos los hits hacia todas partes. Nadie tocaba con su habilidad, ganándose un paso hacia primera en la ejecución. Era un avión desde el plato y por todo el cuadro. Decidía un juego de cualquier manera, hasta con un jonrón, sorprendiendo con un poder eventual que nadie sospechaba de su contextura. Una especie exclusiva, algo así como el Ichiro Suzuki de aquellos tiempos. Su brazo era portentoso ya que fue pitcher exitoso en sus comienzos. Le vimos atrapadas fantásticas y asistencias fenomenales… VÍCTOR Davalillo era bohemio, parrandero, pero eso parecía excitar más su talento. Tiene cuentos a montón porque lo aceptaban como era, ya que su bate hablaba de manera endemoniada. Repartió incogibles en todas partes, entre ellas su Venezuela, con 1.505 inatrapables, marca que se asentará con el tiempo. A los 40 años conectó 100 incogibles con los Tigres en la 79-80. En tres oportunidades se montó en los .400, la última con los felinos, ya con 42 anualidades encima. No hizo mella su vida agitada en los treinta calendarios que duró en la LVBP, diecinueve de ellos con los Leones y el resto con la tienda aragüeña, donde sigue vigente un número 2 que debió ser retirado hace tiempo. El .325 de por vida en nuestra pelota es un hito que se respetará por siempre. Como lanzador su duelo con el inmortal Bob Gibson marca un hecho importante, 3-0, en febrero de 1961. Era tan destacado que a los 43 años todavía tomaba turnos con los Dodgers en MLB. Fueron 16 campañas en las mayores con seis franelas, constituyéndose en emergente de postín. Aquel toque magistral en la serie de campeonato de 1977 contra los Filis es un recuerdo de antología. Fue exitoso y líder bate en México, desde donde volvió a MLB… EN efecto, los cuentos de Vitico dan para un libro aparte. Fue un auténtico pelotero distinto. Este columnista ha visto mucho béisbol y les dice sin temores que nadie ha sido mejor que él en la pelota nacional. Los hechos lo demuestran, las hazañas son consistentes. Los que lo vimos jugar sabemos que fue un ser extraño nacido para jugar a la pelota, no importando sus devaneos fuera del campo. Descansa en paz, Vitico, el ser que no dejaba descansar a los lanzadores. Vaya esta nota escrita por un ferviente admirador tuyo.
& ; & ; & ; & ; & ; & ; & ;DE un fecundo lar beisbolero surge una figura a la cual se le anticipa futuro radiante. Cuando Jackson Chourio ronde los campos de entrenamiento de grandes ligas en marzo próximo, ese noticioso momento coincidirá con su cumpleaños veinte. O sea, hace poco dejó la adolescencia, convertido ya en millonario de alta monta — 82 de los verdes grandes — y en una auténtica vedette porque nadie antes ha llegado de las menores con un trato semejante al que ha obtenido el muchacho de las calientes costas lacustres marabinas. Los espumosos dueños de los Cerveceros han pensado a futuro y el muchacho también. Se trata del principal prospecto de este juego que de vez en cuando asoma prospectos de unas cualidades excepcionales como las que despliega Chourio. Lo vimos recientemente en la LVBP y quizás sea su despedida por mucho trecho. Hay cualidades de sobra.
& ; & ; & ;CARDENALES ha dispuesto de dos bujías criollas que destacan por encima del dividendo aguardado. El equipo cuenta con jugadores de postín, consagrados, como Ildemaro Vargas, Hernán Pérez y Gorkis Hernández, todos ahora mismo con el rendimiento de rigor. Pero hoy en día destaca la chispa que encienden Pedro Castellanos y Jecksson Flores, muchas veces condenados al rol de suplentes, lo que ha ocurrido en temporadas precedentes. Hasta el jueves pasado el torrense lideraba las empujadas del club (28), era líder en hits (46), average de .324 y hasta se había atrevido a robarse cuatro bases, algo impensado en alguien de su corpulencia, más una lentitud sobre la cual seguramente ha trabajado recientemente. De colofón sus avances con el mascotín son interesantes, para respaldar el trabajo defensivo del club, sin errores en seis careos en los que ha intervenido… FLORES se muestra convertido en una pieza indispensable. Hace el trabajo donde lo pongan — jardines y cuadro interior — cumpliendo con apenas dos pifias en 34 choques, casi siempre en rol de abridor. Está en el grupo de los mejores averages del equipo (.319), pelea todos los turnos (13 boletos), atrapa reiteradamente una base extra con sus conexiones imparables y hasta suma 18 fletes, cantidad considerable para su rol en la escuadra. Es el tercero en robos dentro de la liga (9), destacando en el estilo agresivo que impone a diario el manager Henry Blanco, a quien le demostró que su presencia en el lineup es fundamental para alcanzar los triunfos. Se trata, entonces, de una llave nativa que ha sido de alta nota en el rendimiento de la plantilla.
@alfonsosaer& ;