Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Eran pareja, pero terminaron. Al parecer primero riñeron vía telefónica y luego el exnovio celoso fue a apuñalarlo a su casa. Los celos pudieron ser el motivo de que un joven de 23 años hiriera varias veces a otro de 30.
Según una fuente policial, Ángelo Alfredo Vacaro Odremán estaba furioso. La ira supuestamente era porque su expareja lo había dejado vía telefónica. El otro hombre no le había explicado los motivos y tenían toda la tarde discutiendo.
Pero Vacaro decidió pedirle que se vieran en su casa para hablar. Su expareja aceptó recibirlo, pues pensaba que sus intensiones eran buenas y desconocía que ya Vacaro había agarrado un cuchillo para llevarlo a su cita.
Vacaro llegó a casa de su expareja. Este le abrió la puerta. Apenas el agresor entró empujo a su víctima, quien trató de correr al ver el cuchillo que Vacaro traía en su mano.
Vacaro apuñaló en la espalda, cuello, pómulo izquierdo y brazos a su expareja. Este quedó herido tendido en el suelo y eran las 2:00 de la madrugada.
Se conoció que un familiar lo ayudó y lo trasladó hasta el Hospital del Seguro Pastor Oropeza, mientras que su agresor se fue corriendo.
Los familiares conocían a Vacaro y además sabían de la relación de ambos hombres. No lo vieron llegar al Hospital ni llamar al herido en toda la mañana de ayer. Pero a las 10:00 de la mañana Vacaro llegó hasta el Seguro. Cuando los familiares lo vieron lo notaron nervioso y evasivo.
Uno de los familiares fue a preguntarle al lesionado, quien indicó que no quería recibir a Vacaro en la habitación, pues había sido quien lo hirió. De inmediato los familiares notificaron a los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana. Rápidamente le pusieron los ganchos al joven.
El chamo explicó los motivos por los cuales agredió a su expareja, además de mostrarle el brazo, una herida abierta producto de la defensa que pudo ejecutar la víctima.
El herido quedó identificado como Eduardo Antonio Túa Chuello y quedó recluido en el Hospital del Seguro pues las heridas, aunque fueron suturadas son profundas y delicadas.
Vacaro quedó a la orden de la Fiscalía número 7 del estado Lara y podría enfrentar cargos por lesiones personales graves, pues las puñaladas eran muchas y fueron planificadas.