Shamira Padua | LA PRENSA.- Como usted lo quiera: negrito o marroncito, pero el precio es el “mismito y bien carito”. Comprarse una taza o vaso de esta bebida ha dejado de ser un gusto para el guaro por los precios que se encuentran en la actualidad.
Tras un recorrido que hizo el equipo periodístico de La Prensa se pudo constatar que los precios del café oscilan entre Bs. 5 mil hasta 45 mil bolívares, según la consulta a cafeceros y panaderías de los cuatro puntos cardinales de Barquisimeto.
“Yo trabajo en las tardes-noche y todos los días antes de ir a la empresa me tomaba mi buena taza de café en una panadería, pero ahora ni loco lo hago porque están muy caros y apenas gano sueldo mínimo”, confesó Eduardo Cárdenas, cuando explicaba que es el único “gustico” que podía darse con lo poco que gana de salario.
Y es que la rutina que cumplía el señor Eduardo de tomarse un café con leche (marrón oscuro) que costaba Bs. 25 mil de lunes a viernes durante una semana representaba la mitad del sueldo mínimo que gana.
Comentan los comerciantes consultados que los precios actuales del café se deben a que un kilo de café “bachaqueado” supera los Bs. 220 mil y la leche puede costar desde de Bs. 95 mil el
litro, esto sin contar el azúcar que puede adquirirse en más de Bs. 160 mil, la suma de estos montos deja frío a más de uno porque los precios son exorbitantes.
Cada día disminuyen las ventas, los clientes no están dispuestos a pagar los precios que le ofrecemos”, aseveró Carlos García, vendedor de una panadería del oeste.
Los cafeceros consultados aseguran que la situación se empeora, porque deben aumentar el precio del vaso cada semana. En noviembre de 2017 pasado el kilo de azúcar no superaba los Bs. 50 mil, el café costaba Bs. 13 mil y el litro de leche se conseguía en Bs. 40 mil.
Vender café se convirtió en todo un reto; a veces me voy con el termo full porque la falta de efectivo nos afecta”, expresó María Rodríguez, cafecera.
Sin sobrecitos
Los sobres de azúcar fueron reemplazados por envases con cuchara, en las panaderías están cada vez más mezquinos, que hasta el palito para mezclar el café ha desaparecido, el precio de los productos los ha obligado a bajar la calidad en el servicio.
Los vasos de café en su tamaño mediano, en el este y oeste de la ciudad son los grandes desaparecidos, los consultados por el equipo reporteril afirman que prefieren vender sólo tamaños
grandes para obtener más ganancia y no desperdiciar los ingredientes.
La falta de efectivo es otra razón según los cafeceros consultados, por la cual las ventas han disminuido, para las panaderías es más fácil vender, porque los clientes pueden pagar con punto de venta. Pero no todos están dispuestos a adquirir un sólo un vaso por más de Bs. 30 mil.