Denuncian cobros clandestinos para entregar tarjetas de débito

Evana Materán | LA PRENSA.- Un desayuno, chocola­tes o cuarenta mil bolíva­res son un pase directo para obtener una tarjeta de débito. Según los clientes del Banco de Ve­nezuela, ubicado en la avenida Vargas con 22, esa es la forma de pago para que les entreguen el plástico a quienes abren cuenta. Quienes no lo tie­nen deben padecer una larga espera.

“Los empleados del banco se venden”, gritó María Carrasco, quien es­peraba desde el martes en una cola afuera de la entidad bancaria para re­tirar su tarjeta de débito. A las 9:45 de la mañana de ayer no había sido atendida porque desde el banco les informaban que no había material a pesar que a diario deberí­an entregar 50 tarjetas.

Más de 100 personas que amanecieron en la cola estaban molestos. Expresaban que querían sus tarjetas legales y que no tenían dinero para pa­gar a “los bachaqueros del banco”. Las mujeres con niños en brazos eran quienes lideraban la protesta a las afueras de la entidad bancaria. Decían que ne­cesitaban tener la tarjeta de débito porque sus es­posos o familiares les en­viarían dinero de otros países.

Carla Piña gritaba que ni el bono navideño lo había podido sacar de su cuenta por falta del plás­tico. “Nos tienen los rea­les secuestrados”, mani­festó entre el bululú de gente que no se despega­ba de la puerta del banco.

Entre los comentarios del gentío se escuchaba decir que los familiares y amigos de los cajeros también tenían puerta li­bre sin importar que los demás perdieran su tiempo sin ser atendidos. “Preguntan por una talÁmbar y los dejan pa­sar”, aseguraron sin titu­beos.

A la sede de la entidad llegaron funcionarios de la Guardia Nacional Boli­variana (GNB), quienes ordenaron a la gente des­pejar la entrada. Les indi­caron que se acomoda­ran en la fila mientras es­peraban respuestas de la gerencia. El orden llegó por unos momentos, pe­ro los clientes estaban desesperados porque se sentían burlados por la gerente.

El gentío hizo un llama­do a la gobernadora del estado Lara, Carmen Me­léndez, para que los ayu­de con este problema.Recordaron que en varias sedes pasa lo mismo.