EFE | LA PRENSA.- La cifra de víctimas del fuerte terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que asoló anoche la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, aumentó este lunes 13 de noviembre a 328 muertos y unos 3.950 heridos, según los últimos datos oficiales.
Las autoridades iraníes han movilizado a todos los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retirada de escombros en las poblaciones de Kermanshah más afectadas por el seísmo.
Las operaciones de búsqueda se desarrollan a contrarreloj para intentar salvar a posibles supervivientes y en ellas participan el Ejército, los Guardianes de la Revolución, la fuerza de Voluntarios Islámicos y la Media Luna Roja de Irán.
El vicepresidente de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Behnam Saidi, explicó a la televisión estatal que se han enviado 19 helicópteros y tres aviones a las zonas afectadas para el traslado de los heridos.
Sobre el terreno están desplegadas también unas 140 ambulancias y miles de efectivos de los servicios de emergencia y otras organizaciones gubernamentales.