Ágatha Reyes | LA PRENSA.- Pago de uniformes tiene dos años de retaso. Las protestas en el Concejo Municipal de Iribarren se han vuelto cotidianas, trabajadores denuncian que siguen las arbitrariedades en la cancelación de deudas, en este caso con la cancelación de uniformes.
Jaqueline Bracho, empleada del Concejo, informó que a pesar de que concejales bolivarianos aprobaron un crédito antes de los comicios regionales, no les han cancelado la deuda. “Se rumora que será en diciembre, pero para esa fecha ya el dinero no nos rendirá”, soltó.
Exigen a la alcaldesa designada Teresa Linárez y al administrador Jesús Crespo, se pronuncien y “dejen el peloteo” en el pago, además denuncian que volverán a la tarjeta todoticket algo que no les beneficia por no ser recibida en los establecimientos comerciales.
Hoy los trabajadores acudirán a la sesión para exigir un derecho de palabra.