Osman Rojas| LA PRENSA.- Un papel pegado en la puerta de los galpones recibe a los compradores que van al Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar). “Obligatorio tener registro”, dice el documento impreso en letras negras y mayúsculas dejando claro a todos los bodegueros que visitan el mayorista.
“Sin el documento, no entrego mercancía”, afirman los vendedores. Y es que al mayorista sólo le queda el nombre. Los trámites o “trabas” que hay que superar para poder adquirir mercancía, aunado a la escasez, convierte a Mercabar en un lugar en el que los bodegueros (principales clientes) van sólo a ver qué se consigue.
“No insista que aquí toda factura que salga debe tener el registro impreso”, explican los comerciantes a todo el que persevera en el intento de comprar pues así cumplen la normativa que aplicó la Sundde y la GNB para evitar la reventa, remarcaje de precio y el “bachaqueo”.
Harina precocida marca PAN o Juana ya no se ve en ninguno de los galpones. Mayonesa, pasta (corta o larga), azúcar o harina de trigo también escasean en el mayorista.
Uno de los comerciantes consultado, quien no quiso revelar su identificación, explicó que tras la acción de incautación de la GNB hace un mes por supuesto acaparamiento de mercancía, ellos como propietarios han evitado comprar containers al mayor por temor a que los vuelvan a acusar y les quiten la inversión. De hecho, el galpón de este hombre es reconocido por la venta de arroz y pasta; sin embargo, ahora sólo comercializa maíz en grano, mantequilla, café y papel tualé.
“Si nosotros seguimos así vamos a quebrar. Los chinos y los que venden chucherías son los que están tranquilos, el resto Ha visto cómo las ventas caen en un 60%”, dijo.
La Prensa realizó un recorrido por los galpones del mayorista para constatar la realidad de los vendedores. La mayoría de los pasillos lucían vacíos y muchas santamarias estaban abajo.
Los compradores vagaban en busca de mercancía pues casi todos los comercios vendían papel higiénico.