Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- A estudiantes universitarios de diversas disciplinas se les hace cuesta arriba adquirir los textos especializados que son importantes para la que será su profesión, debido al alto costo de los mismos en las pocas librerías técnicas que se encuentran en Barquisimeto.
Los libros de arquitectura, ingeniería y medicina son los que más buscan los estudiantes, pues es una exigencia de las materias que cursan para tener referencias bibliográficas de consulta. Por la poca disponibilidad de estos libros en las bibliotecas, no les queda otra opción que adquirirlos; sin embargo, el precio tan elevado de estos hace que los estudiantes prefieran ingeniárselas para tener acceso a la información que los libros contienen.
El precio de estos textos es variado, oscilan entre los $150 y los $200, dependiendo de la especialidad, la editorial y hasta el autor. Distribuidores y dueños de librerías dicen que para ellos no es rentable la comercialización de estos textos, pues consideran que el valor monetario resulta tan alto para los alumnos que hace que se queden estancados en los almacenes de las librerías.
Saira Arias, estudiante de medicina de la UCLA, comenta que «a principio de carrera era quizás factible tener los libros más importantes de la profesión, y de hecho he adquirido algunos, pero cuando fue pasando el tiempo el precio de los mismos subió tanto, que ya se me hace imposible comprarlos«.
Arias también afirma que dentro de las bibliotecas de la universidad no hay muchos ejemplares de esos textos especializados y su fuente de consulta ha sido la internet, pero no se compara con la calidad informativa que te ofrece un libro.
A Sofía Durán, quien estudia el octavo semestre de Ingeniería Civil, le resulta muy costoso adquirir un texto especializado. «La semana pasada compré un libro de cálculo que lo necesitaba, pues no hay una versión digital del mismo y me salió en $120, cuando fui a comparar en mercados digitales el mismo libro estaba en $150. Ya el privilegio de tener nuestros propios libros no lo podemos tener».
Los estudiantes de arquitectura y de otras carreras, como literatura y educación pasan por la misma situación, pues los textos tienden a ser tan costosos que imposibilitan su compra.