Guaro Mirón | LA PRENSA.- Hoy volví a sentir el dolor que nos causa a todos ver perder el agua porque las soluciones no aparecen. De camino por el este de Barquisimeto, por allá por la avenida Lara con calle Capanaparo, casi me llevo por delante un caucho que servía como señal de que había un enorme hueco.
Tuve suerte, pude haber tenido un hecho que lamentar pero no fue así. Lo de mi suerte me lo confirmó la amiga Milagros Gómez, vendedora de periódicos en las adyacencias, quien me comentó que a cada rato le ponen el caucho al hueco que sirva como alerta y así evitar desgracias.
Me contó que esto sucede a raíz que un tubo se rompiera y comenzara a salir tanta agua y ahora es que están inundadas todas las calles.
En la zona todos están preocupados, dicen que no sólo lamentan el despilfarro de agua sino también el daño que éste le está causando al pavimento que deja como consecuencia que se originen accidentes de tránsito.
Me cuenta la señora Milagros que la última vez que repararon la tubería fue hace seis meses pero el problema sigue. Guaro, “me da miedo que venga una moto de noche y se mate, no voy a
poder con mi conciencia”, me dijo mi amiga la vendedora.
Ella me contó que se consiguió con la gente nueva de la Alcaldía de Iribarren y les pidió que les resolvieran pero ellos no le pararon y se lavaron las manos diciendo que eso es responsabilidad de Hidrolara.
Le pido a la mi gente de la gobernación que actúe rápido.