Osman Rojas | LA PRENSA.- Meses de incertidumbre le esperan al sector salud larense. Lo que era un secreto a voces fue confirmado el día de ayer por las autoridades, quienes aseguraron que la plata asignada por el Gobierno nacional para la administración de los centros públicos fue consumida en su totalidad.
“Ahora tocará depender de créditos adicionales”, lamentó el doctor Ruy Medina, director sectorial de Salud en el estado Lara. El médico contó que los tres grandes hospitales de Barquisimeto (Antonio María Pineda, Luis Gómez López y Hospital Pediátrico) no tienen plata ni para cambiar un bombillo por las limitaciones económicas.
“Recorre la Emergencia o los pasillos del Hospital Central de noche o de madrugada y verás todo eso oscuro. El dinero nos limita a la hora de mantener operativos los centros públicos en el estado”, explicó el especialista.
Según los datos aportados por la misma dirección regional de salud, fue el Antonio María Pineda el primer hospital en quedarse sin presupuesto (30 de junio). De forma progresiva se fueron sumando el Hospital Pediátrico (mediados de julio) y el Luis Gómez López (26 de agosto).
“El problema en los hospitales es que ahora no tenemos cómo salir al mercado y comprar con la facilidad que lo hacíamos hace 4 o 5 años. Vivimos en una realidad completamente distinta en la que el principal afectado es el paciente”, sentenció.
La falta de presupuesto en los centros de salud públicos del estado acrecentará la escasez en las emergencias y áreas especializadas. Familiares de pacientes hospitalizados deberán correr con el 100 % de los gastos.
“Nosotros sabíamos que este momento iba a llegar tarde o temprano. La plata se estiró hasta donde se pudo, pero nosotros debemos comprar material médico de forma constante y eso consume. Nada más en suturas se va gran parte del dinero disponible”, comenta Medina.
Lo que más preocupa a las autoridades es la dependencia que, de ahora en adelante, tendrán los centros públicos en el estado para conseguir recursos administrativos.