Osman Rojas | LA PRENSA.- El parque automotor del sistema de salud público en el estado Lara está en el suelo. Las tradicionales ambulancias que se estacionaban a las afueras de los hospitales son una especie de mito recordado por pocos puesto que, la mayoría de unidades que se dejan ver en las calles pertenecen al sector privado.
“Ambulancias hay las 24 horas del día, lo único que hay que tener es plata para contratarlas”, dice con rabia Enmanuel Castillo, hijo de un hombre hospitalizado en la emergencia del Antonio María Pineda de Barquisimeto.
Castillo tiene seis días en el centro médico y asegura que pagó 250 mil bolívares para traerse a su padre desde el Municipio Morán hasta el Hospital Central. “No se le aguó el ojo al tipo que me cobró cuando me dio el presupuesto. Son unos abusivos, unos delincuentes. Sacan provecho de uno por la desesperación”, dice el señor.
Denuncias como estas abundan en la emergencia del Antonio María Pineda de Barquisimeto, lugar en el que es muy sencillo encontrarse a alguien que se queje por el precio de los traslados.
“Yo vengo del CDI de Duaca y a mí me pidieron 200 mil bolívares. Le supliqué que me dejaran eso más barato y no accedieron argumentado que como estábamos en guarimbas el riesgo era muy alto”, comenta Yajaira Parra, mujer de 34 años que tiene a su mamá hospitalizada en el central.
El precio de los traslados depende del lugar de procedencia del paciente y del tipo de ambulancia que se utilice. Por ejemplo, una persona que necesite una unidad de cuidados intensivos y que no se encuentre en Iribarren pagará, un montó superior a los 150 mil bolívares mientras que, si el traslado es en una ambulancia simple, el costó será superior a los 70 mil.
“El que no tiene plata aquí se muere”, comenta un trabajador de Duaca que no quiso revelar su nombre.
La fuente asegura que en el centro médico hay dos ambulancias, pero ambas están paradas por falta de cauchos. “El problema es fácil de solventar, pero siempre dicen que no hay presupuesto. Por nómina hay dos choferes contratados que cobran por sentarse en las puertas o caminar por los pasillos”, continúa el informante.
Actualmente sólo Sanare y El Tocuyo cuentan con ambulancias para trasladar pacientes. La ausencia de unidades para trasladar enfermos alcanzó niveles críticos el pasado domingo 30 de julio cuando un hombre murió en Aguada Grande.