LA PRENSA DE LARA.- Un informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue presentado en Roma.
El documento destaca que el aumento de población urbana es una de las tendencias que está transformando los sistemas agroalimentarios y los patrones de consumo, con implicaciones para la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones.
Según las proyecciones, en 2050 casi el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, lo que supone un desafío para garantizar el acceso a alimentos saludables, asequibles y sostenibles.
Se propone una nueva forma de analizar la relación entre el medio rural y el medio urbano, que no se basa solo en la distancia geográfica, sino también en el grado y el tipo de conectividad entre ambos. De esta manera, se identifican cuatro categorías: zonas rurales remotas, zonas rurales cercanas, zonas periurbanas y zonas urbanas.
El estudio revela que las compras de alimentos son una práctica generalizada en todas las categorías, incluso entre los hogares rurales que producen sus propios alimentos. Además, se observa un aumento del consumo de alimentos altamente procesados en las zonas periurbanas y rurales cercanas, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud.
También muestra que la inseguridad alimentaria y la malnutrición siguen siendo más elevadas en las zonas rurales que en las urbanas.
Entre tanto en Venezuela, algunos aseveran que la producción de frijol chino cayó un 17,8% en la pasada temporada conocida como norte-verano (de noviembre a abril) respecto al mismo período anterior, al bajar de 73.000 toneladas a 60.000, de las cuales el 95% se exporta a mercados de Asia.
«Se calcula que, se sembraron unas 56.000 hectáreas de frijol chino para la exportación de una producción de 60.000 toneladas. Y bajó con respecto al ciclo anterior».
Se cree que, «las lluvias de noviembre y diciembre del año pasado dificultaron la siembra del frijol y los que sembraron en enero no obtuvieron buenos rendimientos».
El Estado otorgó permisos de importación y comercialización de insumos a actores privados para que importaran las semillas, agro-químicos y otros suministros esenciales para el cultivo, lo que ha beneficiado al sector.
Es extraño que en Venezuela se hable sobre el beneficio en la producción de alimentos, cuando una gran cantidad de productores agropecuarios han denunciado el desastre que ocurre en sus unidades de producción como consecuencia del costo y de la falta de insumos como son los agro-químicos, los fertilizantes, abonos, herramientas y equipos, repuestos para las maquinarias y hasta de los combustibles necesarios que anteriormente producía una de las principales industrias petroleras del mundo; que vendía combustibles y fertilizantes a gran parte del globo terráqueo desde el país con las mayores reservas de hidrocarburos, así cuantificadas, así como también vendía electricidad a países vecinos.
Considero que es extremadamente perentorio utilizar la lógica y la razón ante la realidad que nos restriega en la cara la cotidianidad, creo que se trata de actuar con sensatez y con verdadero amor a la «Tierra de Gracia» llamada «Venezuela,» con las generaciones de hombres y a las mujeres que han soportado desastres telúricos, la Guerra de Independencia, la Guerra de Federación, a oprobiosas dictaduras, montoneras de falsos lideres incendiarios de pueblos, caseríos, bosques y sabanas, como, se dice, que fue «Ezequiel Zamora.»
Los intereses personales no deben, ni pueden ocultar, la verdad que vivimos y que inmerecidamente está pagando nuestra juventud y personas ilustres que se han formado en nuestras magnas casas de estudios y que, están marcando triunfos profesionales y laborales en los diferentes rincones del mundo, lejos de sus seres queridos, de familiares y amigos que conformaban sus modos de vida.
La producción agroalimentaria del país necesita urgentemente que se pare su destrucción, con lo que podríamos llamar un torniquete, representado éste, por la seguridad jurídica y personal, que se pare el éxodo de productores, los saqueos, robos, hurtos, invasiones, expropiaciones y expoliaciones a las unidades de producción agropecuaria; los secuestros, asesinatos y cobro de vacunas a los productores. Que se elimine la matraca en las alcabalas y la presunta corrupción en los organismos que deberían aplicar la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos en defensa de los integrantes de las familias que han logrado que sus predios sean eficaces y eficientes, de aquellos integrantes del veinte por ciento de venezolanos (hoy en día no se sabe cuántos han subsistido a la debacle) que producían alimentos para el ochenta por ciento restante.& ; & ;
Se trata del respeto de los «Derechos Humanos» de los productores…& ;
«El Derecho al trabajo y a una remuneración justa y suficiente…& ;
El Derecho a la vida…& ;
El derecho a la propiedad, pura y simple, perfecta e IRREVOCABLE.»
El amor a la Patria arraigado en…& ;
¡El Estamento Legal venezolano vigente, determina el camino de la paz!
Escrito por Maximiliano Pérez& ;
*La Prensa de Lara no se hace responsable de las opiniones emitidas en los artículos, cuyo contenido es de entera responsabilidad de sus autores*& ; & ;