Agencias | LA PRENSA DE LARA.-& ;Alegre dijo estar el cantante Florentino, luego de sobrevivir al accidente marítimo que sufrió el pasado miércoles junto a su hijo, algunos familiares y tripulación de la nave.
«No estoy triste, estoy alegre, aunque mi cara no lo quiera reflejar ahorita, posiblemente porque la comunicación de mi cara no lo refleje, pero sí estoy feliz. Estoy en gozo, estoy regocijado, emotivo, posiblemente si estoy bastante emotivo, pero feliz, feliz, agradecido con Jesús, con Papá Dios, que nos sostuvieron», expresó el intérprete de salsa.
Florentino, asimismo, se mostró agradecido por la solidaridad, los mensajes de amor y las las manifestaciones de fe que hubo en las redes sociales, por lo que dijo a quienes asomaron su preocupación que «les amo mucho, nos amo mucho a todos».
«Mi vida vuelve a ser testimonio de la existencia de Dios en la tierra, de la existencia de Jesús cuando uno le pide que lo oriente, que lo guíe, que lo salve. En mi vida han pasado muchas cosas que terminan siempre glorificando a Dios, glorificándolo siempre Yo soy una prueba viviente de que él existe. No fue fácil», siguió el también productor musical.
No fue un choque
En poco más de 20 minutos de video, «Floren» contó que no se trató de un choque, sino de un hundimiento. En tal sentido, pidió a los medios de comunicación informar con veracidad.
Debido a que sus familiares no pudieron comunicarse con él, pues su celular se perdió en el mar, su familia leyó comentarios que se hicieron en las redes sociales y medios de comunicación, que difundieron que la embarcación donde Florentino y su familia se trasladaban chocó con una lancha.
No obstante, «tuvimos un accidente marítimo, un hundimiento de un barco. No fue un choque contra otro barco, fue un hundimiento de un peñero. Yo siempre vengo a la Península de Paraguaná, siempre, desde que soy bebé, de aquí a mi familia Primera, Rossell, Padilla, toda mi familia aquí. Básicamente, prácticamente me crié en mis tiempos, mientras no estudiaba venía para acá mientras, en vacaciones o casi siempre desde chiquito, antes de que papá se me fuera».
Añadió que fue, es y probablemente será el lugar que visite con frecuencia, «pero bajo otras condiciones». Acto seguido, dijo que el mar bravío y la brisa hicieron que unas olas chocaran contra la embarcación y se hundió rápidamente.
«Quedamos a la deriva por un largo rato. Me dio tiempo de dar algunas indicaciones a los niños. Yo estaba con mi hijo Rodrigo, mi segundo hijo de 14 años. Estaba con mi primo Héctor Antonio y mi ahijado, Andrés Camilo. También estaba con Miguel David y estaba con Aníbal. Estaba con la tripulación, que eran dos capitanes y había un niño chiquito también que se llama Diego. La corriente nos llevó lejos en el barco y el barco luego se hundió en cuestión de minutos, un minuto pudo haber sido. Fue muy rápido, quedamos a la deriva y empezamos a naufragar, luego yo le perdí de vista a toditos. Cada uno nos perdimos de vista».
Aunque no hubo choque y mucho menos explosión, los chicos sufrieron quemaduras producto de la gasolina que se derramó. La ocasión también sirvió para aclarar que Rodrigo solo sufrió un pequeño golpe en la cabeza y no un traumatismo craneoencefálico leve, como apuntaron los primeros reportes. Quédate tranquila nos vamos a esperar un poquito que salgan los niños y nos metemos ahorita sí vamos a esperar aquí
El poder de la oración
Una vez solo, Florentino empezó a flotar y a orar, pero en un momento se cansó de la dura jornada, pero, eso sí, no perdió la fe y sobre todo la esperanza de que los niños que estaban con él llegarán con vida a la orilla.
Fueron los pescadores quienes rescataron a los primeros náufragos. Primera admitió que. O sabe cómo lo hallaron, porque estaba en el medio del mar. Una vez a salvo, fue por su hijo y otras victimas de la situación, pero no encontraron a Miguel David, que pasó 10 horas flotando boca arriba y remando, tal como le indicaron que hiciera.
Fue gracias a las indicaciones que les dieron los jovencitos siguen vivos. El hijo de Florentino se deshizo de su ropa y de sus cadenas para no tener peso, por lo que cuando fue rescatado estaba desnudo, mencionó el artista.
«Hay una cantidad de cuentos increíbles que no les voy a quitar el tiempo de contarlos ahorita, pero que son un manifiesto concreto de la existencia de Dios, de Jesús y la existencia de Dios, de su asistencia de ellos para con nosotros, que nos sostuvieron. La mar paraguanera nos ama mucho y nos mantuvo a flote. Y no tengo nada que reprocharle a la naturaleza, ni a la brisa, que amo y que me cura», mencionó.
Fuente informativa: Últimas Noticias.