Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Las proyecciones siguen siendo poco alentadoras, es la primera advertencia de economistas ante un escenario nacional de políticas fijadas desde las restricciones que arropan créditos, control de gasto público, incremento de impuestos y reducción de la liquidez. Cuestionan que en este primer semestre de 2023 sigue quedando pendiente el control de la inflación, así como activar el músculo financiero y levantar el aparato productivo.
Todo apunta a empezar el segundo semestre lejos de la estabilidad, a causa de la inflación tan elevada, tal como lo advierte el economista, Daniel Cadenas, en una discusión organizada en el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), donde indicaron el colapso en los últimos trimestres y caídas bruscas que dejan a la economía expuesta a la inflación, déficit fiscal y comercial, así como a la depreciación de la moneda.
Cuando el economista Dilio Hernández se detiene a analizar esta situación, precisa que el país está viviendo el resultado de políticas económicas encabezadas por la restricción del crédito que deja a las empresas sin recursos. «El primer semestre se ha basado en una manera de evitar que haya un exceso de bolívares en la calle, lo que genera un efecto colateral que el empresario no disponga de dinero para invertir. La producción cae y eso se aprecia en que está funcionando menos del 40% de la capacidad instalada«, lamenta. Y aunque se tenga más que ofertar no se incrementa la demanda.
Señala al control del gasto público como otro elemento decisivo, fundamentado en el dominio de los salarios y que se encuentran congelados desde hace más de un año. Esto implica que la población no cuenta con dinero para poder comprar y sigue reducida la demanda.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este miércoles 5 de julio