Un detalle único de este debate es que la cadena cortará el micrófono a los candidatos para evitar las interrupciones.
Redacción | LA PRENSA DE LARA. – El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), arribó a Atlanta, Georgia, este jueves a bordo de su avión privado para participar en el primer debate previo a las elecciones de noviembre con su rival, el mandatario demócrata Joe Biden.
Su avión, apodado ‘Trump Force One’ por la campaña en referencia al nombre del avión presidencial ‘Air Force One’, aterrizó alrededor de las 17:20 horas locales (21:20 GMT) en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, el principal de la ciudad de Atlanta. A su llegada, un grupo de seguidores lo recibió en la pista, ondeando banderas estadounidenses y grabando el momento con sus teléfonos móviles.
Trump estuvo acompañado por algunos de sus principales asesores de campaña, entre ellos el consultor político Chris LaCivita y Jason Miller, quien ya había colaborado con el magnate en las campañas de 2016 y 2020, y quien estuvo a cargo de la preparación del debate de esa noche, según informaron varias fuentes a la CNN.
Según la cadena, Miller ha revisado horas de debates en los que Biden ha participado, incluidos los dos debates que tuvo con Trump en 2020, así como sus actuaciones previas.
Algunos nombres que suenan como posibles compañeros de fórmula de Trump para la Vicepresidencia ya se encuentran en Atlanta y han ofrecido entrevistas a los medios. Varios de ellos, como el senador afroamericano de Carolina del Sur, Tim Scott, y la legisladora republicana Elise Stefanik, estarán presentes después del debate en la ‘sala de opiniones’, donde el equipo del ex presidente comentará el cara a cara de esa noche a la prensa.
El debate, el primero entre los dos candidatos de cara a las elecciones del 5 de noviembre, se llevará a cabo en los estudios de la CNN en Atlanta, tendrá una duración de 90 minutos y no contará con público.
Un detalle único de este debate es que la cadena cortará el micrófono a los candidatos cuando se les agote el tiempo asignado para hablar o cuando no sea su turno, con el objetivo de evitar las interrupciones constantes que marcaron los tensos debates entre Trump y Biden en 2020.