Rafael Piña | LA PRENSA de Lara.- Disgusto, sufrimiento, impaciencia es lo que sufre cada habitante de Guamacire al momento de enfermarse de gravedad debido a que no cuentan con un centro médico cercano que cumpla con las atenciones de salud primarias.
Vicenta Noguera, tiene 70 años y relató que ha tenido que caminar hasta el CDI de Agua Viva para que la atiendan los médicos cuando le da una baja de tensión. «Hijo, enfermarse aquí es un verdadero sufrimiento», señaló con mucha tristeza la señora Vicenta.
La comunidad señaló que hay mucho terreno desolado que puede servir como centro de construcción de un ambulatorio porque el problema de la vialidad y transporte ha hecho que las mujeres que están embarazadas y van a dar a luz se convierta en toda una travesía.
María Pineda, dio a luz a su hijo y su travesía para llegar al hospital fue de película. Ella comenzó a tener dolores de parto en la madrugada y gracias a la ayuda de un vecino la pudo sacar en su camión hasta el ambulatorio de Cabudare y al llegar no la atendieron y terminó en el Hospital Central al amanecer. «Gracias a mi vecino pude traer a mi hijo al mundo porque sino a pie nunca hubiese llegado», aseveró con alegría.
La comunidad pide urgente la construcción de un centro asistencial comunitario para los habitantes de Guamacire.