EFE | LA PRENSA DE LARA.- La activista Rocío San Miguel, el pasado 9 de febrero, recibió la visita de su hija Miranda Díaz en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) -donde se encuentra encarcelada-, después de que las autoridades autorizaran el encuentro familiar, el primero desde que fue llevada a calabozos.
Según el testimonio de la hija, reseñ;ado por el abogado Joel García a través de la red social X, San Miguel se encuentra «fortalecida y muy confiada de su inocencia».
Esta es la primera vez que alguien del entorno de la activista, presidenta de la ONG Control Ciudadano, constata su estado, luego de más de una semana de su detención, lapso en el que la defensa denunció su «desaparición forzada» y la celebración de su audiencia de presentación sin sus abogados.
San Miguel denunció, según dijo García, que «no le han permitido el derecho a nombrar la defensa técnica de su confianza».
Además, insistió en que «no existe nada que la comprometa en los delitos que les imputan» tanto a ella como a sus cinco allegados detenidos luego de su aprehensión, cuatro de ellos liberados el pasado 13 de febrero con medidas que incluyen la «prohibición de salida del país» y «de declarar a los medios».
San Miguel -recluida en El Helicoide, sede del cuerpo del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas- enfrenta un proceso judicial por «traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación», según la acusación del Ministerio Público, que niega que en la detención se haya configurado una «desaparición forzada».
Información: EFE, Caracas, 19 Feb.