Agatha Reyes | LA PRENSA de Lara.- La alta comisionada de la ONU Michel Bachelet pidió a las autoridades que se investiguen los casos de torturas y maltratos registrados por su oficina. Puntualmente se refirió al caso del Capitán Rafael Acosta Arevalo, admitiendo que murió producto de la tortura bajo la custodia de funcionarios de la DGCIM.
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«La autopsia del capitán Acosta Arevalo, reveló que habría sufrido múltiples golpes, contusiones, quemaduras en varias partes del cuerpo, además sufrió fractura en 16 costillas, el tabique nasal y el pie derecho» dijo Bachelet, lamentando que el reporte de las autoridades se basara solo en el señalamiento de dos funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) por el delito de homicidio preterintencional y no por haber cometido actos de tortura.
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«Aliento a las autoridades a que investiguen las denuncias, castiguen a los responsables, reparen a las víctimas y adopte medidas para evitar su repetición» señalo la funcionaria admitiendo la muerte del capitan producto de la tortura.
Bachelet además informó que su oficina documentó una serie de «casos de malos tratos tanto físicos como psicológicos de personas arbitrariamente privadas de su libertad principalmente militares» precisando que las detenciones no habían cumplido con los estándares internacionales básicos, donde además las personas detenidas no cuentan con acceso a atención medica adecuada.
«Solicito a las autoridades tomar acciones para corregir estas prácticas, permitir acceso médico e investigar la violación a los derechos humanos».