Reuters | LA PRENSA de Lara.-& ;El partido de ida por las semifinales del torneo se jugará el martes en el estadio Monumental de la capital argentina, el mismo en el que el año pasado ocurrieron los disturbios que acabaron con jugadores en un hospital y obligaron a suspender el juego.
El encuentro se terminó disputando dos semanas después en Madrid, donde River Plate levantó por cuarta vez el trofeo tras ganar por 3-1.
Para esta ocasión y aunque no haya un título en juego, las autoridades argentinas organizaron un operativo de seguridad con más de 1.000 efectivos en el que cuidarán especialmente el vehículo que transporte a los jugadores visitantes, que tendrá vidrios especiales.
Cerca de 70.000 entradas se vendieron para los aficionados locales por lo que se espera un estadio completo.
Desde la final del 2018, Boca cambió de entrenador e incorporó a algunos jugadores de trayectoria internacional, entre ellos al mediocampista italiano Daniele De Rossi, quien sorprendió al mundo del fútbol al unirse al equipo desde la Roma.
River, que mantiene como director técnico a Marcelo Gallardo, no podrá contar con el capitán Leonardo Ponzio y con Juan Fernando Quintero, el mediocampista ofensivo que anotó en la final el año pasado y se recupera de una lesión de ligamento cruzado que lo tuvo cinco meses alejado de las canchas.
& ; & ; El equipo «millonario» viene de vencer el sábado 2-0 a Gimnasia y Esgrima de La Plata que dirige Diego Maradona en un partido por la Superliga Argentina en el que Gallardo reservó a sus titulares.
Boca, por su parte, empató en la Bombonera frente a Newell’s Old Boys con un equipo que combinó titulares y suplentes pero lidera el torneo y mantuvo el invicto después de ocho juegos, con River cuatro puntos atrás en el séptimo lugar.
& ; «Este River es un equipo caracterizado por su talento, el ataque está en su ADN», dijo a Fox Sports el ex portero de Boca, Oscar Córdoba. «Boca es más conservador, son más robustos en el centro del campo, están seguros en la parte trasera y Andrada cuida muy bien el gol. Por lo tanto, es un choque de estilos», agregó.
El ganador argentino disputará la final con el equipo que triunfe en la llave que disputarán los brasileños Gremio y Flamengo, que se enfrentarán en el partido de ida el miércoles en el estadio Arena do Gremio de Porto Alegre.
Flamengo buscará revertir su mala racha en el torneo que no gana desde hace casi cuatro décadas pero para eso tendrá que doblegar a un rival que ha levantado tres veces el trofeo, la última hace dos años.
El equipo de Río de Janeiro lidera el campeonato brasileño y tiene en sus filas a los máximos artilleros de la competencia, Gabriel Barbosa y el uruguayo Giorgian De Arrascaeta, mientras Gremio tiene como carta a su figura Everton, la nueva estrella de la selección de Brasil.
La Copa Libertadores se definirá por primera vez en una sola final el 23 de noviembre en el Estadio Nacional de Santiago.