Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.- Desde hace cinco meses 53 familias se encontraban resguardando y realizando labores de limpieza en un terreno baldío en las adyacencias del colegio Coto Paul que según dicen, lleva 25 años abandonado, pero no es sino hasta el día de ayer que estos ciudadanos deciden ocupar el terreno.
Con palos alambres y otros materiales de construcción comenzaron a hacer las divisiones del terreno para construir sus viviendas, pero en horas del mediodía funcionarios de la Policía de Lara intentaron desalojarlos, pues les manifestaron que el terreno pertenece a la institución educativa.
Negados a abandonar el terreno, hombres y mujeres comenzaron una protesta para exigir que les sea permitido quedarse, pues consideran que por el tiempo que llevan realizando labores de mantenimiento pueden habitarlo.
«Tenemos cinco meses limpiando monte, sacando basura de este terreno que estaba hecho un lugar de mala muerte, y hasta levantamos una pared y ahora pretenden que nos salgamos de acá, pues no nos iremos porque si un terreno está abandonado puede ser habitado por alguien que lo necesite», aseveró Ana González.
Los nuevos ocupantes del terreno comentaron que del lugar han sacado excesiva basura pues el área era tomada como un vertedero público y que además el mal estado del sitio se prestaba para actos delicitvos contra los habitantes de la zona.
«Nosotros necesitábamos un terreno y este estaba abandonado».