Fabiola Barrera | La Prensa Táchira.- La noche sirvió como cómplice para uno de los momentos más nefastos en la vida de muchos rubienses. Y es que la noche del 7 de noviembre y la madrugada del 8 no se olvidarán de la memoria de las miles de familias afectadas por la crecida no solo del rio Carapo, sino de quebradas como La Yaguara y La Cachicama, que afectaron sectores como El Rosal y El Cafetal. .
Este lunes todos los afectados se encontraban limpiando sus viviendas. Unos con más suerte que otros, perdieron parte de sus enseres pero la estructura de sus casas estaba intacta, mientras que otros menos afortunados, solo buscaban entre el lodo y los escombros de lo que una vez fue su casa, algo qué recuperar.& ;
En diez minutos acabó con todo
«Eso fue como a las diez de la noche?mi hermana sintió que le tocaron la puerta y no había nadie. No nos dio tiempo de hacer más nada, sino de salir por la parte de atrás. Era la única salvación», dijo Blanca Sayago.
Indicó que en menos de diez minutos fue que el río Carapo devastó su casa y con ella, todo lo que había en el interior. Recuerda que estaba lloviendo muy fuerte al momento de la inundación, sin embargo jamás pensaron que el río estuviera saliéndose de su cauce.& ;