Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La Iglesia Católica venezolana emitió este viernes un firme comunicado en rechazo a la deportación de 27 connacionales, entre ellos 16 menores de edad; incluido un bebé de cuatro meses, que ordenó el Gobierno de Trinidad y Tobago el pasado domingo, 22 de noviembre.
El escrito de la Red CLAMOR Venezuela y la Comisión de Justicia y Paz, instancias que pertenecen a la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), recordó que «son inadmisibles las deportaciones colectivas y sumarias».& ;
Además, mostraron su preocupación sobre las recientes declaraciones de las autoridades de Trinidad y Tobago, al calificar de «indeseable» al éxodo venezolano.
«? menosprecian la dignidad de la persona humana y marcan un cruel modelo de comportamiento en el que pueden prosperar atropellos y violaciones, como los ya suscitados en el territorio de Trinidad y Tobago», exponen.
El miércoles, Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, denunció la utilización para fines políticos de los 16 menores venezolanos, acompañados por algunas madres, deportados desde el país caribeño y que volvieron al terrritorio insular tras cerca de 48 horas de incertidumbre en las que no se conoció su paradero.
«Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, utilizando personas anónimas, sin rostro, armadas con niños inocentes, para tratar de obligarnos a aceptar su comprensión del estatuto de refugiado«, indicó el primer ministro.
Sostuvo además que se espera que una pequeña nación insular de 1,3 millones como es Trinidad y Tobago abra sus fronteras a un vecino -Venezuela- de más de 30 millones de personas, incluso durante una pandemia como la de la COVID-19.
Recordó que Trinidad y Tobago ha cerrado sus fronteras, incluso, para sus propios ciudadanos durante la pandemia y que se resistirá con todos los esfuerzos ante quienes están empeñados en forzar la apertura de las fronteras la inmigración ilegal.
Resaltó que bajo la rúbrica de «humanitaria» se pretende forzar a Trinidad y Tobago a aceptar inmigrantes de naturaleza económica y soportar la acción de traficantes de personas bajo la excusa de que se trata de refugiados.
«Dejamos sentada ante la comunidad internacional una clara posición de repudio a los referidos actos, y ratificamos el apoyo a estos niños y sus familias, manteniendo contacto con nuestras Diócesis Carúpano y de Trinidad y Tobago, para exigir al gobierno de ese país cumpla con los convenios internacionales, a favor de nuestros hermanos venezolanos migrantes que están en su territorio», culmina el comunicado.& ;
Con información de: EFE