Jesús Hernández | LA PRENSA DE LARA – Más de 3 mil habitantes de la urbanización Bararida están siendo afectados por el desbordamiento de las aguas negras que se mantiene desde hace tres meses en las veredas de este sector, ubicado al este de Barquisimeto.
Moscas, roedores, gusanos y olores nauseabundos es el día a día de las personas que habitan desde la vereda 1 hasta la 10. En esta última, es donde está ubicada la tubería principal donde convergen todas las aguas servidas de la urbanización.
Los vecinos han tomado la decisión de tapar con cemento los «cachimbos» de sus casas para así evitar que se desborden las aguas negras y salgan los gases que asfixian a cualquier hora del día. Alegan que la contaminación ha generado enfermedades respiratorias y de piel en los residentes.
«Hemos enviado solicitudes a Hidrolara para que revisen las condiciones de las cloacas porque cuando llueve parece un volcán en erupción», cuenta Yajaira Alejo, vecina de la vereda 10 donde se observan las alcantarillas principales llenas de monte y basura por falta de mantenimiento.
«Estamos en medio de una pandemia, de verdad estamos en una zozobra ya que las enfermedades respiratorias están a la orden del día y hay muchas personas de la tercera edad que están en cama», comenta Betzalith García.
La zona también se ve afectada por los cortes de luz y que sumado a los zancudos y calor en las noches muchos deciden salir a la avenida Libertador para respirar aire fresco, pero se encuentran con la sorpresa de que una boca de visita en la esquina de La Botella de Bararida también está colapsada.
Josefina de Tovar, de la vereda 10 y fundadora de la urbanización, cuenta que desde que se hicieron las casas muy poco han tenido mantenimiento; solamente en la parte interna de sus casas y por autogestión.
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