Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.-& ;Pedro Lender Marchán Suárez, de 32 años, recluso del Eje de Homicidios del Cicpc murió la madrugada de ayer y sus familiares denunciaron que sus derechos humanos fueron vulnerados, por no prestarle atención médica adecuada e inmediata.
Ayer en la mañana Lédira Suárez, madre del recluso, llegó hasta la sede del cuerpo detectivesco que se ubica en la avenida 20 con calle 34 del centro de Barquisimeto para llevarle la comida a su hijo como lo hacía a diario y cuando se la iba a dar a un funcionario éste le dijo «vaya a buscar en morgue a su hijo, porque se murió». La mujer, al recordar esta escena, rompió en llanto.
«Ellos (funcionarios del Cicpc) tienen mi número de teléfono; ¿por qué no me llamaron para decirme lo que le había pasado? A mi hijo me lo dejaron morir y no hicieron nada, porque ni las medicinas dejaron que se las entregara», denunció.
Pedro hace dos años y seis meses fue detenido por el delito de usurpación de identidad. Cuando fue ingresado a los calabozos pesaba unos 80 kilos, pero con el pasar de los días, fue adelgazando críticamente. Los familiares detallaron que los últimos días de marzo el hombre comenzó a sentirse mal y presentó diarrea, pero no fue sino hasta el 3 de abril que lo llevaron a un médico y allí le dijeron que debían suministrarle unos medicamentos.
Lédira, en medio de su dolor, contó a LA PRENSA que ella pudo comprarle todos los medicamentos a su hijo pero supuestamente, una jefa del Eje de Homicidios habría dado la orden de que no los recibieran. La salud del privado de libertad comenzó a deteriorarse debido a que presentaba fiebre constante.
Explicó que el 17 de mayo fue trasladado al Hospital Central Antonio María Pineda porque tenía dificultad para respirar. La mamá narró que el domingo le practicaron unos estudios para tener un diagnóstico certero de lo que sufría, pero no supieron qué tenía y murió. «A mi hijo no lo atendieron como tenía que ser y ahora tengo que llevármelo muerto», expresó con mucha molestia.
Los familiares de Pedro detallaron que su familiar se complicó tanto que pesaba 50 kilos, evidenciando su desnutrición y agregaron que tenía insuficiencia respiratoria.
Esta muerte generó que un grupo de familiares de los reclusos protestara de forma pacífica en los alrededores del Cicpc. Esto ocurrió cerca de horas del mediodía. En esta acción denunciaron que dentro de las celdas ocurren muchas irregularidades y exigieron justicia por la muerte de Pedro.
Detallaron que, supuestamente, dentro de los calabozos hay 6 reos que se encuentran graves de salud y no son atendidos como es debido.
Castigados
Según los familiares, en Homicidios del Cicpc hay 190 reclusos distribuidos en 4 celdas, que tienen medidas de 3 metros de alto por 5 de ancho y en ese espacio están hacinados. «La jefa de ese despacho debe dejar de maltratar a los presos porque son humanos. Necesitamos ayuda, nuestros muchachos están pasándola muy mal», comentó otro familiar de reo.
Aseguraron que cada vez que los familiares denuncian irregularidades dentro de los calabozos, los reclusos son castigados y hasta maltratados.
Segundo reo que muere en 2020
Hace tres meses murió un recluso del Eje de Homicidios del Cicpc en un hecho similar, según lo denunciado por sus familiares. La hermana de Orlando José Rivas Castillo, de 26 años, privado de libertad, denunció que supuestamente los funcionarios le negaron el derecho a la salud inmediata en tres oportunidades y luego de casi una semana recluido en el Hospital Central el reo murió.
«Él no recibía la comida que yo le llevaba. Estaba desnutrido y no me explicó porqué si todos los días le llevaba su comida y era suficiente», dijo Rosa Pérez, hermana de Orlando.
La hermana denunció que el muchacho habría sido maltratado por funcionarios.
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