Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara.- Habitantes de cinco comunidades del noroeste de Barquisimeto se apostaron en la vía principal del barrio El Carmen para protestar por las fallas en el servicio de agua potable desde hace un mes.
En la mañana de ayer informaron que las tuberías están secas, pero su cierre de calle se vio amilanado por un grupo de personas armadas que trataron de dispersar la protesta con amenazas y uso de la fuerza.
Representantes de más de 5000 familias afectadas de los sectores El Carmen, Las Delicias, Andrés Castillo, El Bolívar y Los Crepúsculos manifestaron estar cansados de tener que sacrificar sus alimentos para poder surtirse de agua, pues cuatro artículos de kilo es lo que deben cancelar por llenar un tanque de agua o 10 dólares al cambio.
«Los cisterneros se aprovechan de nuestras necesidades porque ni Hidrolara ni la gobernación nos resuelve problema y ahora los colectivos quieren privarnos de exigir nuestros derechos, pero las amenazas no nos harán desistir en nuestra lucha», fue lo que aseveró Grégori Escalona cuando explicaba la razón de su protesta y cómo los colectivos intentaron frenarlos.
«Duramos días sin bañarnos por no tener agua», es lo que relatan los protestantes quienes aseguran que su higiene personal se ha visto vulnerada por las fallas en el servicio, pues ni la ropa pueden lavar para tratar de ahorrar la poca agua con la que cuentan.
Pero la gran preocupación de los afectados, es que por la falta de agua la escuela Carnevalli se vio obligada a interrumpir las clases y las actividades escolares precisamente por la falla del servicio.
«Mientras sigamos sin agua la escuela seguirá con sus puertas cerradas», expresó José Vázquez, quien aseguró que seguirán en las calles hasta ser tomados en cuenta y que les resuelvan los problemas de la comunidad.
En Los Rastrojos están secos
Nuevamente los habitantes de Los Rastrojos salieron a las calles de forma pacífica para presionar a los entes gubernamentales que atiendan la falta de agua potable que tienen en el sector desde hace dos años.
Los vecinos logran surtir sus hogares cargando tobos de agua desde una toma clandestina en la plaza Bolívar de Los Rastrojos, pero cansados de padecer por el servicio protestaron exigiendo sus derechos.
Hasta los niños y adultos mayores les ha tocado la difícil tarea de cargar agua a sus viviendas, por lo que se niegan a seguir viviendo entre limitaciones.
Comentaron que las protestas de calle, pero de forma pacifica, serán su arma para ejercer presión y les sea restablecido el servicio, pues más de 500 familias están sin agua y no cuentan con los recursos para cancelar el costo de los camiones cisternas.