LA PRENSA de Lara | Agencias.- El coronavirus llegó en silencio y se propagó durante semanas sin dar señales de vida, pero una vez ha empezado a dejar notar sus efectos lo ha hecho según el guión previsto: miles de neumonías entre mayores, avalancha de pacientes hacia las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y cientos de muertes.
Así es la situación en la Comunidad de Madrid, la más golpeada de España por la epidemia con 390 fallecidos hasta este miércoles, que muestran los datos detallados de ingresados en planta, en UCI y fallecidos por centro sanitario a los que ha tenido acceso EL PAÍS en su versión del pasado lunes.
«No esperábamos un incremento tan rápido de ingresos, pero el perfil de paciente sí es el que habíamos visto en China: personas mayores y con patologías previas, como enfermedades pulmonares, diabetes, dolencias cardíacas?», explica un médico del hospital de La Paz.
En total, 3.006 enfermos estaban ingresados el lunes en 35 clínicas y hospitales, en una red formada por centros públicos y privados controlada por el Ministerio de Sanidad tras la orden aprobada el domingo por el Gobierno.
El 13% de los ingresados requerían una plaza en la UCI y 88 fallecieron en 24 horas, lo que ofrece un dato que ilustra el brutal golpe del virus: un muerto cada 16 minutos. Este balance no incluye a otros fallecidos en residencias y equipamientos sociosanitarios.
Joan Ramón Villalbí, vocal y expresidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), admite que los datos le han «impresionado»: «Dicen muchas cosas. Una es el enorme impacto que la epidemia ya tiene sobre la red sanitaria en esta primera fase, con la incidencia aun creciendo. Otra, que, con 3.000 hospitalizados, la cantidad de infectados en la Comunidad de Madrid multiplica varias veces los datos oficiales», afirma Villalbí.
Según el recuento diario del Ministerio de Sanidad, el lunes había en Madrid 4.871 casos confirmados de COVID-19, con una tasa de 72,4 infectados por 100.000 habitantes. «Existe una clamorosa infranotificación de casos», sostiene Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). «Esta es una de las primeras cuestiones a resolver y el problema no es solo de Madrid. Necesitamos hacer más pruebas para gestionar mejor la epidemia», añade Godoy. «Estas cifras ni se acercan a la cantidad real de personas infectadas», añade otro facultativo de un gran hospital, que ha visto caer contagiados «uno tras otro» a muchos compañeros en la última semana.
Los expertos consideran imposible hacer una estimación del número de infectados en Madrid, que en todo caso se contarían por decenas de miles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco infectados acaba necesitando ser hospitalizado, por lo que un primer cálculo indicaría que 3.000 ingresos equivalen a unos 15.000 enfermos. A esta cifra, apuntan los expertos, hay que sumar las personas que aún están en incubando el virus (una media de cinco días, aunque pueden ser hasta 14) y aquellos que están en la fase inicial de la enfermedad. Según la OMS, un infectado tarda siete días en desarrollar un cuadro grave que requiera hospitalización.