Guaro Mirón | LA PRENSA DE LARA.- Na’ guará! Me duele en el alma ver cómo se acaba nuestra bella ciudad. Y es que transitar por Barquisimeto no es igual que hace 10 años, el paso del tiempo y la indolencia de muchos ha dejado considerables daños.
Ya uno no puede ni pasear en moto o bicicleta, porque en cada esquina hay una tronera que nos hace caer de platanazo.
¡Sie!, pareciera que el ciudadano gobernador o el alcalde de Iribarren no se dan una pasadita por las zonas más vulnerables, porque hace rato que la gente pide a gritos unos churupitos que les permitan recuperar ciertos espacios.
La prueba del desastre está en la comunidad la Ruezga Sur. Y es que la rotura de una tubería de aguas negras, que es más vieja que Matusalén, carcomió la tierra que está debajo del asfaltado en el sector 6, hasta el punto de hacer que este colapsara y dejara un hueco de aproximadamente un metro de profundidad en medio de la vía.
Una vecina de nombre Esmeralda Valero soltó toda la sopa y dijo que el deterioro comenzó el lunes de la semana pasada y hasta el sol de hoy Hidrolara ha hecho nada.
Como ya es costumbre, las comisiones de la hidrológica sólo han ido a tomar fotos y nada que se mueven por terminar de reparar la afectación que pone al filo de peligro a todos los transeúntes, especialmente a quienes andan sobre dos ruedas.
Esmeralda afirma que el colapso de cloacas ya es preocupante, pues la suciedad ya anda brotando por los inodoros.
«El olor tampoco se aguanta, no sé hasta cuándo vamos a tener que esperar», dice.
Hidrolara sólo les ha dicho que deben tener paciencia porque no hay materiales para atender el problema de inmediato, además de tener en fila otras comunidades.