Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Como una situación catastrófica y agobiante, así calificaron los larenses la falta de agua potable desde hace más de 100 horas en los municipios Iribarren, Morán y Jiménez, debido a la paralización de los motores del Sistema Alto Tocuyo (SAT), para reparar la filtración en la tubería ubicada en el avenida José Trinidad Morán, en El Tocuyo.
En Iribarren, los guaros se han abocado a las tomas clandestinas y al apoyo de los tanques subterráneos de algunas empresas de la Zona Industrial II, con tobos, bidones, botellones y cualquier envase para llenar y tener un poco del vital líquido en sus viviendas. Afectados aseguran que aunque sólo han pasado 4 días desde que se presentó el daño en El Tocuyo, en sus comunidades ya suman 21 días sin recibir ni una gota.
Y aunque el uso de estas tomas ilegales no es nuevo, ahora se hace una larga fila desde la madrugada con personas de distintos sectores de la ciudad que llevan el agua para usarla en los baños, aseo personal e incluso para el consumo, como es el caso de los que llenan de uno de los tanques de la antigua empresa Brahma, al oeste de la ciudad y las personas que se surten de esa toma aseguran que pueden tardar hasta cuatro horas en la fila porque va gente de comunidades como La Peña, El Carmen, El Tumbao, Los Crepúsculos, entre otras.
«En mi casa estamos rindiendo hasta lo más mínimo porque no puedo venir todos los días a llenar, ya que vivo lejos, está muy crítica la situación, en mi comunidad tenemos unos 20 días sin agua», dijo César Ure, quien vive en el sector Ana Soto y quien aseguró que llegó a las 7:00 a.m. a la cola, y era casi el mediodía y no había podido llenar sus bidones.
A pocos metros del tanque de la Brahma hay una toma clandestina ubicada en el puente de El Carmen, en esa toma los vecinos han tenido que ingeniárselas colocando en una de las pequeñas tuberías una bomba para así poder surtir agua hacia el otro extremo y evitar pasar con tanto peso por el puente, el cual es un gran peligro porque es muy inestable y en algunos de los tramos la soldadura ha cedido.
«Hemos tenido que ingeniárnosla para poder tener agua, venimos a buscar todos los días para el uso cotidiano, es caótica la situación, porque en esta comunidad nunca hay agua, ni siquiera antes del problema en El Tocuyo», comentó José Rodríguez, quien realiza de cuatro a seis viajes diariamente desde la toma hasta su vivienda en El Carmen.
Estas tomas a las que los guaros han tenido que acudir también se ubican en el puente de La Ruezga, La Pastora e incluso al sur de la ciudad en comunidades como San Antonio, Santo Domingo, entre otras cuyos vecinos se han beneficiado de una naciente que pasa por un drenaje de aguas de lluvia, en la calle 37 con carrera 9.
Improvisación
Desde la Comisión de Infraestructura del Colegio de Ingenieros del estado Lara (CIEL), precisan que el hecho de que tres municipios no tengan el suministro se debe a la falta de planificación de Hidrolara, cuyas autoridades debieron idear un plan B o de contingencia, desde la primera reparación realizada en el sector La Carabinera, ubicada en el municipio Morán el pasado 10 de octubre, para que en caso de registrarse una nueva fuga en la tubería se solventara con mayor rapidez.
Julio Gutiérrez, vicepresidente del CIEL, aseguró que la hidrológica debió avisar unos días antes y no en 24 horas previas para que los larenses se prepararan y almacenaran agua, debido a que el 75% de los barquisimetanos se surte de esa tubería y además no reciben agua a diario.
«Se debió hacer un plan bien estructurado, para que en caso de que hubiese una nueva fuga, se contara con el plan B que sería tener de 2 a 3 cuadrillas trabajando en paralelo. Se ve que la operatividad es nula», destacó, señalando que se debe aprovechar de hacer todas las reparaciones cuando la tubería esta vacía, porque además estas son muy viejas, pues datan del año 74, por lo que se ha corroído con el pasar del tiempo.
Hizo un llamado a la hidrológica para que informe en una rueda de prensa con especificaciones los trabajos que se están realizando en El Tocuyo y cuando prevén que se pueda restituir el servicio, debido a que la comisión sólo puede realizar predicciones desde su experiencia, mientras la comunidad pasa trabajo por falta de agua.
«Se tiene que informar a la colectividad los trabajos que están realizando, eso lo debería hacer el presidente de Hidrolara u otro directivo», comentó Gutiérrez, quien estimó que si los trabajos se terminan esta semana los últimos en recibir el suministro serían sectores como La Paz, El Coreano, Las Clavellinas, Macías Mujica, El Trompillo y El Ujano, debido a que son las zonas más altas y por el consumo que tendrán las zonas bajas a las que les llegará primero.
Alta demanda
En los últimos días, los negocios de recargas de botellones y cisterneros han tenido una alta demanda en sus servicios. En un negocio que está ubicado en la calle 55, los dueños aseguran que han tenido hasta mil recargas en lo que va de semana.
«Hemos tenido cola toda la semana y no se acaba hasta que cerramos, la gente dice que el agua no sólo la usan para el consumo, sino también para bañarse y hacer otras cosas», comentó Alí Cadevilla, quien destacó que el agua de la recarga el cisternero la ha tenido que buscar en sectores como El Cristal y que la recarga la están vendiendo en Bs.D. 3.
Los cisterneros aseguran que han tenido que buscar el agua en lugares más lejanos, por lo que el costo del agua ha aumentado, la pipa de agua oscila los 2 dólares y un tanque de mil litros pisa entre los 6 y 7 dólares.
La demanda de los cisterneros para las viviendas ha sido tan alta, que hay algunos choferes que prometen llevarles el agua y no les cumplen a los clientes, pues prefieren ir a lugares cercanos. Asimismo, están implementando la modalidad de surtir toda la cisterna en un solo sector para evitar gastar combustible.