Osman Rojas | La Prensa.-En menos de 48 meses la malnutrición infantil en la región se ha duplicado. Según los informes que maneja la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional (AN), tres de cada diez niños en el estado tienen problemas con la talla y el peso. La cifra es alarmante, en especial si se toma en cuenta que, para mediados de 2016, los índices de malnutrición en el estado alcanzaban el 17 %.
María Teresa Pérez, diputada a la AN por Lara e integrante de la Comisión de Salud del Parlamento, explica que la falta de alimentos en las calles afecta el desarrollo de los infantes en Venezuela. “El 30 % de los niños que llegan a centros de salud están malnutridos”, asegura.
La problemática de la talla y el peso en los infantes es considerada como “crítica”. Según los parámetros que maneja la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la pérdida de masa corporal en los niños es un argumento suficiente para decretar la crisis humanitaria.
Susana Raffalli, nutricionista y experta en seguridad alimentaria, presentó en 2017 un informe en el que hablaba sobre la realidad nutricional de los niños en Venezuela. La experta hacía referencia a los indicadores internacionales sobre la malnutrición asegurando que, cuando se alcanza el 30 %, el país se encuentra en “hambruna”.
“Hasta 5 % es aceptable, de 5 al 10 % es alarma, entre 10 y 15 % es crisis y ya cuando llegas al 30 % es un desastre”, detalló.
Los problemas de malnutrición no son nuevos. Desde que arrancó el año la organización Madres y Padres por los Niños Niñas en Venezuela (Mapani) en compañía de Cáritas Barquisimeto han ido alertando sobre los bajos niveles alimenticios a los que son expuestos los pequeños en la región.
“En nuestra organización hay cuatro niños que están siendo atendidos por desnutrición confirmada”, denuncia Grethna El Alabi, presidenta de Mapani.
Los números de mortalidad relacionados con la malnutrición se desconocen, pero se estima que estos indicadores también hayan sufrido un incremento de por lo menos el 50 % en comparación con el año pasado.
Aumenta la malnutrición infantil
