El acróbata británico Ryan Luney, de 28 años, ha asombrado al mundo al establecer un nuevo Récord Guinness: la mayor cantidad de saltos mortales hacia atrás de pie con el cuerpo completamente en llamas. En una hazaña que desafía los límites de la acrobacia y la resistencia humana, Luney completó siete saltos mortales en tan solo 30 segundos, mientras su indumentaria ardía.