Zona del Crimen: cuando las deudas de dinero y sangre se cobran en Lara

La muerte llega en carro, en moto o a pie, sin avisar, pero con un homicida sin escrúpulos queriendo cobrar una deuda y sin compasión lo hace a sangre fría. En una década, el estado Lara ha sido testigo de múltiples casos por ajustes de cuentas.

Desde el año 2014 hasta 2024, los números de homicidios por «deudas» son incontables porque no existe una cifra oficial, pero sí historias conocidas a través de familiares de las víctimas, además de los incidentes que año tras año LA PRENSA ha publicado y es que en esa década las cifras podrían ubicarse entre 20 y 30% de casos por ajustes de cuentas.

Uno de los asuntos más reciente fue el homicidio de Alejandro Antoniel Gómez Pérez, de 20 años de edad, que ocurrió a finales de junio de 2025, pero no fue sino hasta el 5 de julio que su cuerpo fue hallado enterrado en el sector 4 del barrio Los Pocitos, al oeste de Barquisimeto.

El día que ocurrió el crimen, tres hombres se valieron de que Alejandro se encontraba bajo los efectos del alcohol para llevarlo, bajo engaños, hasta una zona montañosa y fue allí donde le propinaron múltiples heridas con un arma blanca, hasta causarle la muerte.

Pero como no querían dejar rastros por ningún lado, los criminales comenzaron a cavar una fosa para sepultar el cadáver.

La saña contra Alejandro fue, presuntamente, porque él les debía un dinero a los hombres, pero al cabo de unos días y no dar respuesta por la deuda lo asesinaron de la manera más vil.

El comisario Douglas Rico, director del Cicpc a nivel nacional, fue el encargado de dar la información; sin embargo, no precisó la cantidad que debía Alejandro.

El año pasado, también se cometió otro crimen por el mismo motivo, plata. Un hombre, de 59 años de edad, conocido como «Enrique», fue detenido por funcionarios, luego que, presuntamente, confesara que asesinó a Clemente Franco Angulo (54) para no pagarle una deuda en dólares.

El viernes 1 de noviembre de 2024, la víctima llegó en su carro Corolla plateado a Barquisimeto, aunque era oriundo del estado Lara llevaba varios años residenciado en Carabobo. Durante la madrugada le quitaron la vida y arrojaron su cuerpo en las adyacencias del Complejo de Voleibol de Playa, en la urbanización Las Trinitarias, pero su vehículo no apareció.

No fue sino hasta tres días después que el carro de la víctima fue hallado en la avenida Vargas y aunque los uniformados creían que allí habían trasladado el cadáver, no fue así.

Comenzaron a indagar quiénes eran las personas que vieron con vida a Clemente. La víctima tenía una vivienda en la urbanización Las Trinitarias que era cuidada por «Enrique» y cuando fue entrevistado, aparentemente, mostró nerviosismo.

Para ese momento, la fuente detalló que «Enrique» cuidaba tres casas en la urbanización, en una de esas estaba una camioneta Tucson, por eso los uniformados decidieron hacer la prueba de luminol que confirmó la hipótesis, que el hombre trasladó el cuerpo fue en la camioneta y lo dejó abandonado a cuadras de la casa.

En medio de las investigaciones, el hombre no tuvo escapatoria y fue cuando, presuntamente, contó que asesinó a Clemente por una deuda de 180 dólares.

El comisario Douglas Rico dio detalles de cómo ocurrió el crimen y alegó que en medio de una discusión, por la deuda, «Enrique», aparentemente, agarró un bate de madera y comenzó a golpear a Clemente hasta causarle la muerte.

Fuentes ligadas a las investigaciones de crímenes en el estado Lara, contaron que muchas de estas muertes ocurren en medio de la ira y bajo discusiones, pero también indicaron que hay otras que ocurren bajo planificación y sin remordimientos.

Algunos casos de asesinatos por encargo se debe a deudas. Y es que tanto funcionarios como Luis Izquiel, abogado y criminólogo, destacaron que esta modalidad no sólo se da en grupo delincuencial, sino en personas que cancelan un monto para no «mancharse las manos de sangre».

Hace tres años, en Barquisimeto ocurrió un sicariato por una deuda.

La década sangrienta ha dejado más de 4 mil personas muertas en hechos sangrientos en el estado Lara, en el que según fuentes policiales un gran número fue a consecuencias de ajustes de cuentas y otros delitos.

De este número, muchos fueron víctimas de criminales que quisieron cobrar las deudas con sus vidas, pero que no todos los responsables quedaron tras las rejas.

Aunque en los registros policiales algunos de los casos fueron catalogados como «en investigaciones o móviles por determinar», no hubo un esclarecimiento, pero detrás de ese silencio hay familias que denunciaron los motivos. 

En el año 2018, dos hermanos fueron asesinados por un hombre, aparentemente, por una deuda. Él los citó y en esa «reunión» cometió el crimen.

El homicida arrastró uno a uno los cuerpos y los lanzó a un hueco, de un metro y medio de profundidad, para luego sepultarlos.

El 7 de mayo de 2022, Carlos Eduardo Linares Loyo fue víctima de una muerte por encargo y según las investigaciones de los uniformados del Cicpc, se debió a una deuda en dólares. 

Para ese año, se conoció que la víctima le debía 2 mil dólares a un hombre, de 41 años de edad, y este al ver que no le pagaban decidió «sentenciar a muerte» a Carlos. 

El crimen ocurrió en el barrio Santo Domingo, al oeste de Barquisimeto. Fuentes policiales alegaron que el pago por el crimen sería mil dólares y estuvieron implicadas tres personas, entre esos un funcionario de la Policía estadal de Lara. 

A Carlos lo asesinaron afuera de su casa, cuando estaba manipulando su celular. Recibió múltiples impactos de balas y aunque al principio decían que el crimen se trató por celos o venganza, el Cicpc esclareció el hecho. 

Amenaza

Hace 12 años, una amenaza acabó con la vida de Eduardo Samuel Rodríguez, de 65 años de edad, hecho ocurrido en la calle 6 entre 1 y 2 de  Santa Isabel, al oeste de Barquisimeto. 

Se conoció que Eduardo había vendido su camión a crédito y cuando fue a cobrarle el restante de la deuda (20 mil bolívares) al hombre que le había comprado el vehículo, supuestamente este lo amenazó con matarlo. 

Para ese entonces, los familiares descartaron que se tratara de un intento de robo, pues a él no le quitaron sus pertenencias y los criminales fueron directo a él, le dispararon en la cabeza. 

Un año después de ese crimen ocurrió otro, pero en el sector Valle Verde, al oeste de la ciudad, la víctima fue Daniel Angulo, de 18 años de edad.

El joven fue asesinado a tiros luego de cobrar una deuda, cuando fue perseguido por unos pistoleros que le dieron muerte. 

Por años, el terror estuvo infundido en Lara por la alta cifra de homicidios.

Los crímenes que se han perpetrado en el estado Lara por ajustes de cuentas, no siempre tienen un trasfondo económico, muchas veces esa «deuda» es de traición, celos, venganzas personales que algunos rompieron el código en una banda delictiva.

Para algunos habitantes de diferentes barrios de Barquisimeto, la palabra «ajuste de cuentas», inmediatamente la asocian con venganza y que alguien «cobró con sangre».

«No todo es dinero, a veces el motivo es más personal de lo que parece, pero que se resumen en ‘deudas’, según estas personas que matan sin piedad», comentó un vecino del barrio Los Pocitos, al oeste de Barquisimeto.

Un caso reciente en el que no se trató de dinero, pero sí un «cobro de venganza» fue la muerte de Robert Armando Torres Caripá, de 45 años de edad, que ocurrió el 14 de julio en El Garabatal.

En medio de las investigaciones, los uniformados lograron conocer que alias el «Chueco» fue el responsable de la muerte de Robert y lo hizo porque él, presuntamente, había matado a su primo.

El Cicpc informó que alias el «Chueco» llegó a Venezuela hace pocas semanas y al saber que Robert estaba también en la misma tierra, supuestamente, decidió buscarlo para vengar la muerte de su pariente.