Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Una joven venezolana de 18 años denunció ser víctima de un abuso sexual por parte del dueño de un local de uniformes en Argentina, reseña el medio Página 12.
Según relató la mujer en la denuncia que radicó el domingo 24 de enero en la comisaría comunal N°3 de la Ciudad de Buenos Aires, el empleador, Humberto Garzón Martínez, la había convocado para comenzar a trabajar de forma temporal como vendedora del negocio.
El Juzgado en lo Criminal y Correccional N°15, a cargo de Karina Zucconi, investiga la causa, caratulada como «abuso sexual simple». La abogada que acompaña a la víctima señaló a este diario que solicitará la recalificación de la causa como «abuso sexual con acceso carnal» y aseguró que «hay elementos más que suficientes».
La mujer de 18 años, llegó a Argentina desde Venezuela hace dos años junto a su madre, su padre y sus dos hermanas menores. El miércoles de la semana pasada encontró un anuncio en las redes sociales, en un grupo de clasificados, en el que un usuario de nombre Santiago G. Martínez solicitaba «vendedora para local de indumentaria por la zona de Once».
Según relató a este diario una de las hermanas de L.A.R., ella había estado trabajando en una tiendita y cuidando a adultos mayores, «todo de manera informal y por poco tiempo, porque con la residencia precaria no le era fácil conseguir trabajo».
Al consultarle por el puesto de trabajo, a través del chat de la red social, Garzón Martínez le hizo dos preguntas: si tenía los «papeles al día» y si era soltera. Finalmente la convocó para el sábado, en un turno de 9 de la mañana a 2 de la tarde.
Antes de irse del departamento, la madre le pidió la dirección del local. Esa mañana, según relató L.A.R. en la denuncia, «abrieron el comercio al público y trabajaron de manera normal, sin haberle parecido nada raro ni sospechoso» hasta que, pasado el mediodía, el hombre cerró las persianas y «se dirigieron hacia otra habitación del lugar, donde le convida un vaso con agua». Los familiares de la joven aseguran que, al tomar ese líquido, «ella empezó a sentirse mal, mareada, y ahí intentó contactarse». Llamó a la hermana menor pero como no obtuvo respuesta le mandó un mensaje a su madre en el que decía que se sentía mareada.& ;
«Cuando su mamá me dijo que iba a ir para el local, me pedí un auto y me fui yo también», señaló la media hermana de la joven, que vive con su marido y sus tres hijos. Al llegar se encontró con la Policía, la madre de su hermana y una ambulancia. «Noté que tenía una remera que no era de ella, que la ropa interior estaba mal puesta y el pantalón húmedo«, relató la mujer. Luego de retirar a la joven del local y subirla a la ambulancia, la Policía detuvo al agresor.
«Ella estuvo bajo acción de psicofármacos«, afirmó Alejandra Cabrera, abogada especialista en violencia de género y derecho de familia, que acompañará a la joven en su presentación como querellante en la causa, y agregó que los efectos de la sustancia que L.A.R. habría ingerido «duraron entre cinco y seis horas».
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