martes, 10 diciembre 2024
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Uribana: A 10 años del «cóctel de la muerte” una mezcla que causó una tragedia

Un total de 50 privados de libertad murieron por consumir un trago ligado con alcohol y medicamentos en el año 2014

Era noviembre de 2014, cuando una noticia sacudió al país, la cárcel de «Uribana», ubicada al norte de Barquisimeto, se había convertido en el epicentro de una tragedia. Reclusos estaban murieron por ingerir un cóctel de medicamentos, una mezcla letal que prepararon, presuntamente, para drogarse.

La desesperación se había apoderado de los presos, quienes sufrían por el hacinamiento, maltratos y la falta de alimentos, estos habrían sido los motivos para que tomaran el penal. Los reos se salieron de los módulos, corrieron al personal y los custodios, para ese momento en «Uribana» no existía el régimen penitenciario.

Los reclusos tomaron cada área del penal, un grupo se fue hasta la Enfermería. El 25 de noviembre en la madrugada, los privados de libertad prepararon un «cóctel» con alcohol absoluto y varias pastillas, aseguraron las fuentes internas, que ellos estaban desesperados por drogarse.

Uno a uno fueron saliendo en mal estado, algunos estaban mareados, otros convulsionaban y vomitaban. El personal de inmediato solicitó ambulancias y los sacaron moribundos.

Los primeros en ser trasladados eran los que estaban en condiciones críticas, fueron llevados al Hospital Central Antonio María Pineda, Hospital Militar y el Seguro Social Pastor Oropeza.

Eran ingresados a la Emergencia desmayados y otros botando saliva, los médicos anunciaban que era demasiado tarde. Los primeros 24 que fueron llevados a urgencia murieron por intoxicación.

Un lote de privados de libertad fue sacado de Uribana y trasladado a otros penales de Venezuela luego de la toma de la cárcel; sin embargo, en ese lote iban personas que consumieron los medicamentos del denominado «cóctel de la muerte» y también sufrieron graves consecuencias, algunos murieron poco a poco.

Los hospitales estaban colapsados, eran alrededor de 150 personas que consumieron el «cóctel de la muerte», algunos eran ingresados muertos y otros en condiciones tan críticas que de inmediato eran llevados a la Unidad de Cuidados Intensivos.

¿Qué consumieron en Uribana?

La pregunta que todos se hacían es qué pudieron consumir los reos para que les causara la muerte a tantos y graves consecuencias a otros.

Diez años atrás, doctores como Ruy Medina, quien para el momento era el director del Hospital Central Antonio María Pineda, sostuvo que los detenidos, aparentemente, mezclaron betadine, alcohol absoluto, Rivotril, diazepam, acetaminofén y antihipertensivos para luego consumirlo.

A medida en que iban muriendo los reclusos, el Ministerio Penitenciario iniciaba el traslado de los reos, y el día en que hubo más fallecidos más de 700 hombres fueron trasladados hasta la cárcel de Tocorón en el estado Aragua y a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) en Guárico.

El cuadro de salud de los reclusos era igual al de Lara, algunos tuvieron que ser internados en centros de salud de los estados a los que fueron llevados.

Desespero

Los días posteriores a la tragedia fueron marcados por el dolor y la indignación. Familiares estaban destrozados por no tener información de sus parientes, les tocó hacer colas en la morgue del Hospital Central de Barquisimeto para saber si su pariente estaba allí.

La Unidad Criminalística contra la Vulneración de los Derechos Humanos del Ministerio Público tomó la investigación. Madres, padres, hermanos y esposas con dolor hacían las filas a la espera del turno, algunos pasaban al área patológica, pero como eran tantos cadáveres decidieron mostrar fotos a los familiares.

«¡No, ese no es, ese tampoco, pase la siguiente foto, no, ese no es mi esposo!», era lo que se escuchaba en la fila de familiares que esperaban para reconocer los cuerpos. Las mujeres se armaban de valor para poder observar las fotografías de los muertos.

El grito desgarrador de los familiares era desesperante para las demás personas que se encontraban en los alrededores de la morgue.

Ese mes, médicos patólogos dieron detalles sobre los resultados de las autopsias que dieron como resultado que los reos sufrieron una intoxicación medicamentosa, además presentaron edema pulmonar extenso agudo y congestión cerebral.

Al conocerse la tragedia y todo el caos dentro de la cárcel. Iris Varela, que para el año 2014 era la ministra de Servicios Penitenciarios, llegó a la cárcel a fin de solucionar la problemática que se había presentado.

La morgue era custodiada por funcionarios del Cicpc, mientras que funcionarios del Ministerio Penitenciario llevaron captahuellas a la Emergencia y Morgue del Hospital para identificar a los reclusos que allí se encontraban. A algunos no les encontraban expedientes, pues se había quemado tras el conflicto carcelario que llevaba al menos dos días.

Medio centenar

Un total de 50 reclusos murieron en el conflicto carcelario. 47 fallecieron por consumir el «cóctel de la muerte», dos por quemaduras y uno por puñalada. Hace casi 10 años, según los reportes de LA PRENSA, a la morgue del Hospital Central de Barquisimeto fueron ingresados 38 reclusos, los otros doce murieron en los otros penales a los que fueron trasladados.

Con el pasar de los días, los cuerpos de algunos reclusos no eran identificados debido a que no eran del estado Lara, sino de otros estados como Zulia.

Según relato de los familiares, dos de los reos de «Uribana» y que fueron trasladados a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), en Guárico, fallecieron por una supuesta intoxicación medicamentosa, pulmonía y deshidratación, ellos también ingirieron el «cóctel de la muerte» y permanecieron hospitalizados en San Juan de Los Morros por varios días.

Uno de los reclusos muertos en San Juan de los Morros fue Yolber Yosbel Rodríguez Giménez, de 22 años de edad, el recluso fue encontrado allá por su madre. Días antes, ella lo buscaba desesperadamente en las listas de los trasladados, hospitalizados y hasta muertos, pero no aparecía, nadie le daba respuestas acerca de su hijo.

La madre de este recluso detalló que cuando logró dar con su hijo estaba en muy malas condiciones de salud, tenía puesta una mascarilla de oxígeno y no reaccionaba. Los médicos le pidieron que le hablara porque él podía escucharla, con esperanza lo hacía, pero no veía mejoría.

Su hijo botaba espuma blanca por la boca y a las pocas horas murió.

Detenido

Pocos días después del motín y posterior consumo del «cóctel de la muerte» fue detenido Julio Pérez, quien fue director de Uribana. Periodistas de ese momento, sostuvieron que el primero de diciembre de ese año se inició una audiencia de presentación, por ser el presunto responsable de los hechos ocurridos en el penal.

En la audiencia de presentación fue imputado, pero 39 días después el juez tomó la decisión de su destino y ordenó detención domiciliaria.

Al conocerse sobre la decisión del juez, los familiares estaban dolidos y aseguraron que el proceso no se llevó a cabo como debió ser. Lo tildaron como un presunto homicida por permitir la muerte de tanto reclusos.

Días previos a la muerte de los reos, ellos se alzaron porque no querían a Pérez como nuevo director del penal, por lo que pedían su salida, aparentemente, esto habría generado un descontento por parte de la población penitenciaria, quienes denunciaron presuntos maltratos de este exdirector.

La cárcel de Uribana, ahora Centro Penitenciario David Viloria, ha vivido trágicos momentos. Defensores de los derechos humanos han denunciado que el hacinamiento y los maltratos hacia los detenidos ha desencadenado en una serie de violencia que termina de la manera más trágica, con sangre.

Sin resultados

Hasta el martes 2 de diciembre de 2014 no se conocían los resultados de las pruebas toxicológicas realizadas a los reclusos, estos exámenes podrían arrojar algunos indicios de lo que ocurrió ese 25 de noviembre en la Enfermería de Uribana.

Ese año, los defensores de derechos humanos y miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) consideraron que la designación de un equipo multidisciplinario del Ministerio Público para realizar la investigación no era garantía de nada.

Algunas informaciones que se pudieron obtener de qué ocurrió ese día y por qué los presos ingirieron ese cóctel quedará entre algunos testigos, mientras que otros viven con más preguntas que respuestas.

Familiares de reclusos de Lara aseguran que el caso de Uribana se convirtió en un símbolo de la crisis carcelaria en Venezuela y puso en evidencia la necesidad de reformar todo el sistema, aunque 10 años después se han registrado algunos cambios, los parientes creen que se debe hacer más.

Años después, la memoria de aquellos 50 hombres que perdieron la vida sigue viva en los corazones de sus familias.

Coctel deja daños incurables en reclusos

Las quemaduras e irritaciones que padecieron algunos privados de libertad en el tracto digestivo luego de consumir alcohol absoluto mezclado con diferentes pastillas fue mortal para más de 40 reos y los más de 100 que sobrevivieron sufrieron las consecuencias.

El consumo del cóctel tuvo un efecto depresor del sistema nervioso central, en esas condiciones la persona no puede comer, entonces el organismo sigue funcionando y aumenta el consumo de glucosa y esto causa hipoglicemia, que es baja de azúcar en la sangre. Para ese entonces, los diagnósticos de los médicos era que eso le podía producir una lesión cerebral a los detenidos.

Otra de las consecuencias que suele dejar estas intoxicaciones es estenosis de esófago, fibrosis, mal funcionamiento de los riñones y en caso de presentar hipoglicemia, una parálisis cerebral.

Algunos de los síntomas luego de consumir el «cóctel de la muerte» fueron somnolencia, mareos, salivación, malestar estomacal y dilatación de pupilas.

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