Euseglimar González | LA PRENSA.- Dos obreros quedaron atrapados en un drenaje de aguas negras ayer en la mañana en Sabana Grande, de El Cují. Uno de ellos fue arrastrado por el agua y murió, el otro quedó herido.
Argenis José Rodríguez Gutiérrez, de 29 años, estaba trabajando en una reconstrucción de tuberías de Hidrolara. A las 11:30 de la mañana comenzó con su trabajo y decidió bajar a unos 6 metros de profundidad. Al parecer, cuando estaba allí fue dominado por los gases de las cloacas y cayó.
Supuestamente su compañero de trabajo Ricardo Perdomo, de 28 años, bajó a rescatarlo, pero también cayó desmayado por los gases. Argenis José fue arrastrado por el agua, mientras que Ricardo quedó atrapado en el drenaje. Otro compañero de trabajo de los jóvenes se percató de lo que estaba pasando y de inmediato pidió ayuda. Los Bomberos de Iribarren fueron los primeros en llegar al sitio del suceso. Cuentan que los funcionarios entraron a la boca de visita y bajaron los 6 metros y encontraron a Ricardo, quien estaba inconsciente.
Detallan que al ser rescatado, fue trasladado a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda.
Los bomberos siguieron con las labores de rescate, pero no lograban ubicar a la segunda persona. No fue sino a unos 160 metros que dieron con Argenis. La corriente del agua lo había arrastrado.
Al llegar hasta donde estaba Argenis, ya estaba muerto. La labor de búsqueda del cuerpo fue de una media hora aproximadamente. Relatan los funcionarios que luego de encontrar a Ricardo, decidieron ir hasta la
próxima boca de visita que quedaba a 160 metros y fue donde consiguieron sin vida a Argenis.
Los familiares de Argenis llegaron al sitio y gritaban desesperados al enterarse de la muerte del joven. La mamá del muchacho se desmayó dos veces del dolor por la pérdida de su hijo.
“¡Hijo mío, por qué, Dios mío, mi único hijo!”, gritaba desesperada la madre de Argenis, mientras era abrazada por otra mujer. Poco a poco fueron llegando más familiares, la escena era de llanto y dolor, todos se lamentaban por la pérdida del joven.
Relataron que Argenis estuvo trabajando el jueves en la misma boca de visita, y detallaron que él junto a otros compañeros de trabajo le colocaron unos sacos para “taponearlo” y así ayer trabajar mejor en la reconstrucción. Ese día estuvo a 8 metros de profundidad.
Se pudo conocer que ayer el jefe de los obreros le había dicho que fueran al ambulatorio de Tamaca a colocarse la vacuna toxoide y que luego que él llegara es que comenzarían a trabajar, pero al parecer Argenis no acató esa orden.
Extraoficialmente se conoció que Argenis trabajaba para la empresa Maspica. Tenía aproximadamente 2 semanas con el trabajo, contaron los familiares. Sobre Ricardo se pudo conocer que su estado era astante delicado. Al parecer los pulmones se le llenaron de agua y ayer en la tarde estaba intubado.
Funcionarios del Cicpc hicieron el levantamiento del cuerpo y lo trasladaron hasta la morgue del Hospital Central.
“Mi hijo hasta lo último fue responsable. A las 9:00 am estaba buscando el gas para la casa y después se fue a trabajar”, dijo Olivio Bracho, papá de Argenis. Con voz entrecortada dijo que ahora le toca ser fuerte por su esposa.