Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Antonio José Hernández Rosales, de 26 años, recibió cinco impactos de bala en su cuerpo, luego que unos tipos lo precisaran en el barrio Alí Primera y sin mediar palabras le dispararon hasta dejarlo muerto.& ;
El lunes pasadas la 1:30 de la tarde Antonio estaba en la calle 1 de Alí Primera, al oeste de Barquisimeto, cerca de su vivienda, cuentan los vecinos que escucharon varias detonaciones muy seguidas y algunos salieron a ver qué había pasado y vieron el cuerpo del chamo tirado en la calle.& ;
Antonio tenía menos de dos años que había salido en libertad, luego de permanecer recluido en cárceles como David Viloria, mejor conocida como «Uribana» y Cepella, esta última ubicada en Portuguesa. Aunque los familiares desconocen las causas de su crimen, habitantes de la comunidad presumen que se haya tratado de una venganza.& ;
Al parecer Antonio seguía delinquiendo y quería «apoderarse» de Alí Primera pero había sido otro delincuente que lo asesinó por peleas de «poder».& ;
Los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc se trasladaron hasta la escena del crimen para iniciar con las investigaciones y hacer el levantamiento del cuerpo que fue trasladado a la morgue del Hospital Central.& ;
Una fuente policial contó que el Cicpc manejaría el crimen como ajuste de cuentas, sin embargo las autoridades larenses aún no han dado información sobre el hecho.& ;
LA PRENSA trató de ubicar a los familiares de Antonio para que dieran su versión, pero no pudo ser posible pues no se encontraban en los alrededores de la morgue.& ;
Se pudo conocer que Antonio tenía un antecedente por robo agravado y lesiones personales desde 2013 y sería por este delito que estuvo detenido.& ;Un allegado a la víctima contó que el último penal en el que estuvo recluido fue Cepella y quedó en libertad, al parecer tras cumplir su pena.
Con la muerte de Antonio ascienden a nueve los crímenes en Lara, en menos de dos semanas, según los registros de LA PRENSA.