Euseglimar González | LA PRENSA.- Matones llegaron a una granja disparando a lo loco y asesinaron a tres hombres e hirieron a otro. El hecho fue el domingo a las 8:30 de la noche en el caserío El Potrerito de Palavecino. Dos quedaron muertos en la entrada de la casa y el otro trató de huir, pero fue alcanzado por un proyectil.
El domingo en la noche estaba Daniel D’ Sousa Fréitez (54), encargado de la granja bebiendo junto a un sobrino; (cuya identidad es desconocida); Ángelo José García Mariño (49); Argenis Antonio Goyo García (38) y Omar Guevara (46). A las 8:30 de la noche irrumpieron la granja unos tipos y comenzaron a disparar. Al parecer, los hombres trataron de cubrirse, pero fueron heridos.
Ángelo y Argenis recibieron múltiples disparos en su cuerpo y cayeron mortalmente heridos en la entrada de la casa, uno vestía franela azul y otro estaba sin camisa. Mientras que Daniel corrió, presumen que ya iba herido. El hombre salió hasta la carretera, al parecer, para pedir ayuda, pero a pocos metros de recorrido se desplomó, recibió un impacto de bala en el oído.
Al parecer, los criminales cargaban escopetas. Omar fue el único sobreviviente al tiroteo, aunque se encuentra entre la vida y la muerte. Recibió un impacto de bala en el pecho y perdigones en el cráneo.
El sobrino de Daniel logró salir ileso y huyó del sitio. Presuntamente, los tipos iban era por él, pues fuentes policiales comentaron que el tipo es mala conducta.
El propietario de la granja recibió una llamada a las 10:30 de la noche y le contaron que cerca de su casa se habían escuchado unos disparos. El hombre agarró su camioneta y se fue rumbo a la casa.
Detalla que cuando llegó se encontró con la noticia que dentro de su granja estaban dos hombres muertos, pero que él no conocía. “Me dijeron que Daniel estaba herido y de una vez fui por él”.
El hombre se regresó a buscar a Daniel y lo encontró tirado bocabajo en la carretera. Relata que no lo quiso ver, le daba dolor, era su amigo y empleado desde hace más de 30 años.
No es porque ya esté muerto, pero no tengo quejas de Daniel. Él era un excelente trabajador”, comentó el propietario de la granja.
Sobre el crimen se conoció que funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc manejan el homicidio como un ajuste de cuenta, pues los criminales no se llevaron nada de valor. Todo quedó intacto.
El dueño de la granja contó que él poco veía al sobrino de Daniel. Detalla que él lo llamaba para decirle que su sobrino se quedaría en la casa.